lunes, 13 de enero de 2014

Los Anunnaki: La conexión Perú V

fuente: bibliotecapleyades.net





Naylamp, el fundador de la cultura Lambayeque del Perú,
podría haber sido un Anunnaki.
 

En la entrega anterior de esta serie sobre la conexión entre los Anunnaki y las culturas del antiguo Perú vimos que Naylamp, el personaje fundador de la cultura Lambayeque, pudo haber sido un Anunnaki que llegó a las costas del Perú con un ejército de olmecas.

La fuente principal sobre la historia de Naylamp es el relato recogido por el cronista Cabello de Balboa (1535-1608) durante la conquista española. En este relato, se cuenta que Naylamp trajo consigo una estatua de si mismo, tallada en una piedra verde. La estatua fue llamada Llampayec que significa que quiere decir figura y estatua de Naylamp.

Algunos historiadores sostienen que la estatua estaba hecha de esmeralda o jade verde, Los Divulgadores propusimos en la entrega anterior de esta serie que la estatua estaba hecha de malaquita. En esta entrega seguiremos explorando esa posibilidad.

Si la estatua de Naylamp estaba hecha de malaquita, una posibilidad sería que el Anunnaki Naylamp haya conseguido la malaquita en África mientras la expedición Anunnaki pasaba por ese continente. Naylamp habría llevado la malaquita en bruto a América central donde habría ordenado a algún artesano olmeca o maya que hiciera un ídolo con su figura.

También podría ser que un africano que partió de África con los Anunnaki haya llevado consigo la piedra hasta América Central, donde la cambió o se la regaló al Anunnaki Naylamp.

Si el ídolo estaba hecho de malaquita, como sostenemos, esto probaría la migración de la mano de obra africana a América central junto con los Anunnaki.
 


El polvo rojo y el Anunnaki
El mito de Naylamp cuenta también que uno de sus acompañantes esparcía un polvo rojo por donde iba a pasar su señor Naylamp. Según los nativos, este polvo era Spondylus molido y lo llamaban Mullu. Aquí existe un detalle que merece ser destacado.

En varios textiles de la cultura Paracas, que se desarrolló en la costa sur del Perú entre el 800 a.C. y el 100 a.C., se han encontrado personajes y divinidades portando collares de Spondylus, y con el cuerpo pintado con formas de esta especie.

Más aún, según las investigaciones de la historiadora María Rostoworoski, el Mullu era indispensable para hacer llover. Los indígenas ofrecían el polvo de Spondylus a los dioses para evitar sequías. El Spondylus era, en la mayoría de las culturas del antiguo Perú, el alimento de los dioses.

El hecho de que alguien lanzara polvo rojo al paso de Naylamp nos indica que los nativos lo consideraban un dios. El relato de Cabello de Balboa nos cuenta que quien lanzaba el polvo rojo no era uno de los nativos de la costa norte del Perú, sino alguien que llegó con Naylamp.

Es decir, la comitiva de Naylamp ya conocía esta costumbre antes de llegar al Perú.

 
La costumbre de echar polvo rojo de Spondylus al paso de Naylamp
es una práctica que la comitiva olmeca de Naylamp
podría haber adoptado en su paso por Colombia o Ecuador.
 

¿Cómo y dónde la podrían haber adoptado?

La costumbre de ofrecer polvo de Spondylus a los dioses se encuentra en otras culturas de la costa del pacífico. Probablemente, Naylamp y su séquito hicieron escala en las costa de Colombia y Ecuador antes de llegar al Perú.

En algunos de estos lugares, un nativo podría haber empezado a lanzar polvo de Spondylus espontáneamente al paso de Naylamp, como una forma de reconocerlo como un dios. La comitiva de Naylamp podría haber adoptado esta costumbre para facilitar que los diferentes pueblos de la costa del pacifico reconocieran a Naylamp como un dios.

Si Naylamp hubiera llegado a las costas de Colombia y Ecuador, tendríamos que encontrar algún rastro de su visita en los relatos recogidos por los españoles. Coincidentemente, existen crónicas de la conquista que relatan historias similares a las de Naylamp en las costas ecuatorianas.

Los "huacos retratos" de la cultura mochica son otra prueba de que el Anunnaki Naylamp venía de América central con una comitiva de olmecas. Si bien la cultura Mochica es posterior a la cultura Lambayeque (la que fundó Naylamp), esta se desarrolló en la misma región.

Si algunos de los olmecas que llegaron con Naylamp se asentaron en esa zona de la costa del Perú, su presencia tendría que estar registrada en las expresiones artísticas de algunas culturas.

En la valiosa colección de "huacos retratos" mochica expuesta en el Museo Rafael Larco Hoyle de Lima encontramos varios rostros con evidentes rasgos africanos y asiáticos. La conexión es evidente.

Otro elemento importante a considerar son las construcciones de barro, especialmente las de la cultura Chimú, cuya semejanza con los zigurats sumerios y otras construcciones babilónicas es remarcable. Si bien el Anunnaki Naylamp llegó a las costas del Perú con un grupo de olmecas, existe la posibilidad de que unos pocos sumerios estuvieran en su comitiva.

El mismo Anunnaki Naylamp o alguno de estos sumerios podría haberles transmitido herméticamente este tipo de conocimientos arquitectónicos a los nativos, quienes lo habrían pasado de generación en generación hasta llegar a los chimúes.

 
A la derecha podemos ver una de las pirámides de Túcume de la cultura Chimú,
y a la izquierda el ziggurat sumerio de Ur cuando recién
se empezaban los trabajos de restauración.
La semejanza es evidente.
 

Según el razonamiento desarrollado llegamos a la siguiente conclusión: Naylamp fue uno de los últimos Anunnaki que llegó a tierras peruanas.



La última expedición Anunnaki a América
Hagamos el recuento de las visitas o expediciones que los Anunnaki hicieron a América.

Un primer grupo de Anunnaki habría llegado a Tiahuanaco, cuando el lago Titicaca estaba conectado con el océano pacifico, en algún momento entre el 15,000 a.C. y el 40,000 a.C.

Este grupo estuvo conformado por Anunnakis, sumerios y algunos africanos. Luego de extraer el oro de la región altiplánica, este primer grupo descendió hacia la región de Sechín, en la sierra central del Perú, en busca de más minerales.

Un segundo grupo de Anunnaki habría llegado a las costa norte del Perú para dirigirse hacia la región de Sechín, alrededor del 3,000 a.C. Este segundo grupo habría estado conformado por Anunnakis, olmecas, africanos y algunos indoeuropeos.

En Sechín, se habría librado una encarnizada batalla entre el primer grupo que bajaba de Tiahuanaco y este segundo grupo que llegaba a Sechín desde la costa.

Este enfrentamiento que puede parecer una explicación antojadiza de los orígenes de algunas culturas pre-colombinas, tiene referencias explícitas en los relatos sumerios sobre los Anunnaki.

Según Zecharia Sitchin, los hijos del jefe Anunnaki Anu (Enki y Enlil) se enemistaron a causa de la explotación del oro en el sur del continente africano y esta enemistad habría continuado a América latina con sus seguidores. Esto explicaría el enfrentamiento entre olmecas y tiahuanacos ilustrado en las piedras talladas en el memorial de Sechín.

Sobre este punto ya hemos expuesto nuestros argumentos en una entrega anterior, sólo queremos recordar aquí que las representaciones humanas encontradas en las piedras de Sechín muestran personajes ataviados a la usanza olmeca y con rasgos físicos no originarios de esta parte del mundo.

Naylamp representa la tercera oleada de Anunnakis que llegaron a las tierras del antiguo Perú. Este grupo habría estado formado por un grupo numeroso de olmecas, algunos africanos y unos pocos Anunnaki.

No descartamos la posibilidad que Naylamp haya sido el único Anunnaki en esta tercera expedición.

 
A la izquierda podemos apreciar el ziggurat de Ur totalmente restaurado,
y a la derecha podemos ver una maqueta
de lo que habrían sido las pirámides de Túcume originalmente.
Una vez más, la similitud es evidente.
Tomemos en cuenta que los ziggurats son
mucho más antiguos que las pirámides de Túcume.
 

Cabe destacar un último detalle importante sobre el Anunnaki Naylamp.

Naylamp es uno de los pocos dioses del antiguo Perú sobre el que existe un relato detallado de su existencia, un relato que nos permite investigar quién podría haber sido y de dónde podría haber llegado.

Basándonos en el relato del cronista español Cabello de Balboa y la información presentada en esta entrega y la anterior, Los Divulgadores sostenemos que Naylamp no era un Anunnaki cualquiera y no venía en una expedición oficial. Para nosotros, Naylamp era un Anunnaki que se rebeló contra el sistema y decidió crear su propio imperio en las costas del antiguo Perú.

Esta historia será motivo de una entrega especial dedicada al Anunnaki rebelde.

En la próxima y última entrega de esta serie analizaremos el recorrido del "Dios de los báculos" quién, para nosotros, es el Anunnaki que creó la cultura Tiahuanaco.

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