sábado, 28 de enero de 2012

El equipo del telescopio Kepler halla 11 nuevos sistemas solares

CABO CAÑAVERAL, EEUU (Reuters) - El telescopio espacial Kepler de la NASA encargado de buscar planetas ha descubierto 11 nuevos sistemas planetarios, incluyendo uno con cinco planetas que orbitan más cerca de su estrella que Mercurio del Sol, dijeron el jueves científicos.
Los descubrimientos elevan la lista de planetas extra-solares confirmados a 729, incluyendo 60 atribuidos al equipo de Kepler. El telescopio, lanzado al espacio en marzo de 2009, puede detectar ligeras variaciones a intervalos regulares en la cantidad de luz procedente de estrellas. Los científicos pueden determinar si los cambios los causan planetas en órbita.
Los científicos de Kepler tienen otros 2.300 planetas candidatos esperando confirmación adicional.
Ninguno de los sistemas planetarios recién descubiertos son como nuestro sistema solar, aunque Kepler-33, una estrella que es más antigua y más grande que el Sol, se acerca en términos de números absolutos. Cuenta con cinco planetas, frente a los ocho de nuestro sistema solar, pero el quinteto vuela más cerca de su estrella que Mercurio del Sol.
Los planetas varían en tamaño desde aproximadamente 1,5 veces el diámetro de la Tierra a cinco veces el diámetro de la Tierra. Los científicos todavía no han determinado si son sólidos cuerpos rocosos como la Tierra, Venus, Marte y Mercurio, o si están llenos de gas como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
El equipo de Kepler encontró anteriormente una estrella con seis planetas confirmados y un segundo sistema con cinco planetas, dijo el científico planetario Jack Lissauer, con el Ames Research Center de la NASA en Moffett Field, California.
Nueve de los nuevos sistemas contienen dos planetas y uno tiene tres, elevando el número total de planetas recién descubiertos a 26. Todos están más cerca de sus estrellas que Venus del Sol.
"Esto ha triplicado el número de estrellas que sabemos que tienen más de un planeta en tránsito, así que esa es la gran cuestión", dijo Lissauer a Reuters.
"Estamos empezando a pensar en términos de sistemas planetarios en lugar de sólo planetas: ¿Todos tienden a tener tamaños similares? ¿Cuál es la distancia? ¿Es el sistema solar inusual en esos aspectos?", dijo.
Kepler está siguiendo a más de 150.000 estrellas en las constelaciones de Cygnus y Lyra.
La investigación aparece en cuatro publicaciones diferentes en la Astrophysical Journal y el Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.

El carguero ruso Progress se acopla a la Estación Espacial Internacional

Fotografía cedida por la NASA el domingo 17 de diciembre de 2006 que muestra la nave …


Moscú, 28 ene (EFE).- La nave de carga rusa Progress M-14M se acopló hoy sin contratiempos a la Estación Espacial Internacional(EEI), informó el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia.
El carguero, lanzado este jueves con ayuda de un cohete portador Soyuz-U que despegó desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajistán, se ha enganchado al módulo ruso Pirs en régimen automático.
Los inquilinos de la estación abrieron las escotillas del carguero tras equilibrar la presión atmosférica, mientras la descarga de la nave está prevista para las 19:20 hora de Moscú (15:20 GMT).
La nave transporta equipos de iluminación, alimentos para los tripulantes de la EEI, facilidades para experimentos científicos, documentación técnica, agua potable y oxígeno entre otras cargas.
Rusia reanudó a finales de octubre los lanzamientos de sus cargueros Progress después de casi cuatro meses de suspensión debido al accidente protagonizado por una nave de este tipo que se estrelló en Siberia en junio de 2010.
La tripulación actual de la EEI está compuesta por seis astronautas: los rusos Oleg Kononenko, Antón Shkaplerov y Anatoli Ivanishin; los estadounidenses Donald Pettit y Daniel Burbank, y el holandés André Kuipers, de la Agencia Espacial Europea.

viernes, 27 de enero de 2012

A algunos cometas les gusta lo caliente

12 de enero de 2012: Los cometas están formados por hielo y son frágiles. Pasan gran parte del tiempo orbitando las oscuras lejanías del sistema solar, a salvo de los rayos destructivos de la potente luz solar.  El frío más intenso es su hábitat natural.

El pasado mes de noviembre, el astrónomo aficionado Terry Lovejoy descubrió un tipo diferente de cometa.  La bola suave de hielo que observó en el cielo, desde el observatorio de su patio trasero en Australia, se dirigía casi directamente hacia el Sol.  El 16 de diciembre, menos de tres semanas después de ser encontrado, el cometa Lovejoy se escabulló a través de la atmósfera del Sol a solo 120.000 km por encima de la superficie estelar.
Los astrónomos pronto se dieron cuenta del hecho sorprendente: Al cometa Lovejoy le gusta lo caliente.
"Terry encontró un cometa rasante del Sol", dice Karl Battams del Laboratorio de Investigaciones Navales (Naval Research Lab, en idioma inglés), ubicado en Washington DC.  "Estimamos que su núcleo tenía el ancho de aproximadamente dos canchas de fútbol (el cometa más grande de su tipo en cerca de 40 años)".
Hot Comet (beauty shot, 558px)
El cometa Lovejoy en el amanecer del 25 de diciembre de 2011. Wayne England tomó la fotografía desde el pantano de Poocher, al oeste de Bordertown, en el sur de Australia. [Más información]
Los cometas rasantes del Sol (sungrazers, en idioma inglés) no son algo nuevo. De hecho, cada pocos días, el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO, por su sigla en idioma inglés), que se encuentra en órbita, observa una caída hacia el Sol y su posterior evaporación. Estos cometas kamikaze son frecuentes y se los conoce como los "cometas rasantes del Sol de tipo Kreutz" (Kreutz sungrazers, en idioma inglés); se piensa que son pedazos de un cometa gigante que se partió hace cientos de años.  Generalmente miden cerca de 10 metros de diámetro, y son pequeños, frágiles y fáciles de evaporar por el calor solar.
Tomando como base su órbita, el cometa Lovejoy era seguramente un miembro de la misma familia, excepto que tenía más de 200 metros de ancho en lugar de los usuales 10 metros.  Los astrónomos estaban ansiosos por ver la desintegración de ese "gordito".  Incluso con su peso extra, no había dudas de que sería destruido.
De todos modos, cuando llegó el 16 de diciembre, "El cometa Lovejoy nos impresionó a todos", dice Battams.  Sobrevivió, e incluso prosperó.
Imágenes proporcionadas por el Observatorio de Dinámica Solar (Solar Dynamics Observatory, en idioma inglés), de la NASA, mostraron al cometa evaporándose furiosamente conforme ingresaba en la atmósfera del Sol (aparentemente, al filo de la destrucción). No obstante, el cometa Lovejoy permaneció intacto al salir por el otro lado.  El cometa perdió su cola durante el rudo tránsito, lo que constituyó un contratiempo temporario. En el transcurso de algunas horas, la cola le creció de nuevo, más grande y brillante que antes.
"Es honesto decir que estábamos atónitos", dice Matthew Knight, quien trabaja para el Observatorio Lowell (Lowell Observatory, en idioma inglés), y también para el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins (Johns Hopkins Applied Physics Lab, en idioma inglés). "El cometa Lovejoy debió de haber sido mucho más grande de lo que pensábamos; tal vez de unos 500 metros de ancho".
Esto lo convertiría en el más grande de los cometas rasantes del Sol desde que se observó al cometa Ikeya-Seka, hace casi 40 años.  Con una cola que se extendía a través de la mitad del cielo, Ikeya-Seka en verdad fue visible a plena luz del día, justo después de pasar a través de la atmósfera del Sol, en octubre de 1965. En Japón, donde los observadores descubrieron al sobrecalentado cometa a sólo 1/2 grado del Sol, lo describieron como 10 veces más brillante que la Luna llena.
El cometa Lovejoy no fue tan brillante, pero aun así fue impresionante. Sólo algunos días después de dejar el Sol, el cometa se pudo ver en el cielo matutino del hemisferio sur.  Los observadores en Australia, América del Sur, Sudáfrica y Nueva Zelanda lo compararon con un reflector que brillaba desde el Este poco antes de amanecer.  La cola se alineaba paralela a la Vía Láctea y, por unos pocos días, pareció que vivíamos en una galaxia de doble piso.
Hot Comet (wiggling comet tail, 558px)
Esta secuencia de imágenes, capturadas en el ultravioleta extremo por el telescopio ubicado a bordo de la sonda espacial STEREO-B, de la NASA, muestra la cola del cometa Lovejoy moviéndose enérgicamente en su tránsito a través de la corona solar. [Animación]
Los astronautas que se encontraban a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI, por su sigla en idioma español) también presenciaron el avistamiento del cometa. El comandante de la EEI, Dan Burbank, quien ha visto muchas maravillas (una vez voló directamente a través de la aurora boreal a bordo del transbordador espacial), declaró sobre el cometa Lovejoy: "Es la cosa más impresionante que he visto en el espacio".

Un ejército de sondas espaciales (que incluyen a: SOHO, el Observatorio de Dinámica Solar, las sondas gemelas STEREO, de la NASA, la sonda espacial Hinode, de Japón y el microsatélite europeo Proba2) grabó el histórico evento. 
"Hemos recolectado una montaña de datos", dice Knight. "Pero hay algunas cosas que todavía resultan difíciles de explicar".

Por ejemplo, ¿Qué hizo que la cola del cometa Lovejoy se moviera tan enérgicamente cuando ingresó en la corona solar?  Tal vez se encontraba a merced del potente campo magnético del Sol.

¿Qué provocó que el cometa Lovejoy perdiera su cola adentro de la atmósfera del Sol; y que después la recuperara? "Este es uno de los grandes misterios para mí", dice Battams.
Y luego tenemos el enigma existencial final: ¿Cómo pudo sobrevivir el cometa Lovejoy?
En el transcurso del mes de enero, el "cometa al que le gusta lo caliente" está regresando a las afueras del sistema solar, todavía intacto, y deja muchos misterios detrás.  "Regresará en unos 600 años", dice Knight.  "Tal vez para entonces tendremos las respuestas".
Créditos y Contactos
Autor: Dr. Tony Phillips
Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips
Traducción al Español: Juana Leticia Rivera
Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti
Formato: Juana Leticia Rivera
Más información
Foto galería del cometa Lovejoy --Imágenes tomadas por aficionados, de spaceweather.com
Más imágenes del cometa Lovejoy --Una galería de imágenes proporcionadas por sondas espaciales, ensambladas por la División de Heliofísica de la NASA

La sonda Kepler descubre un pequeño sistema solar

11 de enero de 2012: Usando datos proporcionados por la misión de la sonda Kepler, de la NASA, astrónomos han descubierto los tres planetas más pequeños jamás detectados, que orbitan una estrella más allá de nuestro Sol. Los planetas orbitan una sola estrella llamada KOI-961 y poseen, en longitud, radios de 0,78, de 0,73 y de 0,57 veces el radio de la Tierra. El más pequeño tiene aproximadamente el tamaño de Marte.
"Se trata del sistema solar más pequeño que se ha encontrado hasta el día de hoy", comentó John Johnson, quien es el líder del equipo de investigación del Instituto de Ciencia Exoplanetaria (Exoplanet Science Institute, en idioma inglés), de la NASA, y que forma parte del Instituto Tecnológico de California, ubicado en Pasadena. "De hecho, respecto del tamaño, el sistema es más parecido a Júpiter y a sus lunas que a cualquier otro sistema planetario conocido. En sí mismo, el descubrimiento representa una prueba más de la diversidad de sistemas planetarios que existen en nuestra galaxia".
Smallest Exoplanets (concept, 558px)
Este concepto artístico muestra un sistema solar minúsculo (tan compacto que, de hecho, es más similar a Júpiter y a sus lunas que a una estrella y sus planetas). Recientemente, con el uso de datos provenientes de la misión Kepler, de la NASA, y de telescopios colocados en tierra, astrónomos confirmaron que el sistema llamado KOI-961 alberga a los tres exoplanetas más pequeños jamás detectados en órbita alrededor de una estrella distinta a nuestro Sol. [Más información]
Se cree que los tres planetas son de tipo rocoso (como la Tierra), pero con órbitas muy cercanas a su estrella. Eso los hace demasiado calientes como para que se encuentren dentro de la zona habitable, la cual es la región en donde el agua en estado líquido podría existir. De los más de 700 planetas confirmados en órbita alrededor de otras estrellas (conocidos como exoplanetas), se sabe que solamente un puñado son de tipo rocoso.
"Los astrónomos apenas están comenzando a confirmar su existencia entre los miles de candidatos a ser considerados planetas que la misión Kepler ha develado", comentó Doug Hudgins, quien es el científico del programa Kepler, en las oficinas centrales de la NASA, localizadas en Washington. "Encontrar uno tan pequeño como Marte es increíble y, de hecho, hay pistas de que podría existir una cantidad generosa de planetas rocosos a nuestro alrededor".
Smallest Exoplanets (signup)
La sonda Kepler busca planetas a través de la continua monitorización de más de 150.000 estrellas; específicamente, busca disminuciones (indicadores) en el brillo de las estrellas provocadas por el cruce, o tránsito, de planetas. Se requieren al menos tres tránsitos para que se declare que una señal proviene de un planeta. Posteriormente, es necesario llevar a cabo observaciones de seguimiento con telescopios ubicados en la Tierra para confirmar los descubrimientos.
El descubrimiento más reciente lo hizo un equipo liderado por astrónomos del Instituto Tecnológico de California, en Pasadena. El equipo utilizó datos dados a conocer públicamente por la misión Kepler y también observaciones de seguimiento provistas por el Observatorio Palomar, ubicado en las cercanías de San Diego, y por el Observatorio W. M. Keck, en la cima el monte Mauna Kea, en Hawái. Sus mediciones, en cuanto al tamaño de los planetas, se modificaron de manera significativa respecto de las estimaciones originales.
Los tres planetas se encuentran muy cerca de su estrella y completan sus órbitas en menos de dos días. KOI-961 es una estrella enana roja, con un diámetro que mide la sexta parte del de nuestro Sol; esto hace que sea apenas un 70 por ciento más grande que Júpiter.
Smallest Exoplanets (Jupiter comparison, 558px)
"Querida, encogí al sistema planetario": Este concepto artístico compara al sistema KOI-961 con Júpiter y cuatro de sus lunas más grandes (tiene muchas). Crédito de la imagen: NASA/JPL-Caltech [Más información]
Las enanas rojas son el tipo más común de estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea. El descubrimiento de tres planetas rocosos alrededor de una enana roja sugiere que la galaxia podría estar plagada de planetas rocosos similares.
"Este tipo de sistemas podría ser muy común en el universo", comentó Phil Muirhead, quien es el autor principal del nuevo estudio llevado a cabo por el Instituto Tecnológico de California. "Ésta es una era muy excitante para los cazadores de planetas".
Para obtener más información acerca de la misión Kepler, visite: http://www.nasa.gov/kepler.
Créditos y Contactos
Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips
Traducción al Español: Rodrigo Gamboa Goñi
Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti
Formato: Rodrigo Gamboa Goñi
Más información
El descubrimiento del cual se informa en la presente historia encabeza un listado de recientes hitos para la misión Kepler. En diciembre de 2011, los científicos de la misión anunciaron el descubrimiento del primer planeta ubicado dentro de la zona habitable de una estrella como nuestro Sol. Se trata de un planeta que mide 2,4 veces el tamaño de la Tierra, llamado Kepler-22b. Hacia finales del mismo mes, el equipo anunció el descubrimiento de los primeros planetas de tamaño similar a la Tierra que orbitan una estrella del tipo de nuestro Sol, llamados Kepler-20e y Kepler-20f, y que se encuentran ubicados fuera de nuestro sistema solar.
Para el más reciente descubrimiento, el equipo obtuvo el tamaño de tres planetas, denominados KOI-961.01, KOI-961.02 y KOI-961.03, con la ayuda de una estrella gemela (bien estudiada) de KOI-961, o estrella de Barnard. A través del mejor entendimiento de la estrella KOI-961, los científicos pudieron determinar cuán grandes deberían ser los planetas para causar las variaciones observadas en el brillo de la estrella. Además de las observaciones llevadas a cabo por la sonda Kepler y de las mediciones realizadas mediante telescopios ubicados en la Tierra, el equipo utilizó técnicas de modelado para confirmar el descubrimiento.
Antes de la confirmación de estos planetas, sólo se habían confirmado otros seis planetas a través del uso de la base de datos pública de la misión Kepler.
Créditos: El Centro de Investigaciones Ames (Ames Research Center, en idioma inglés), de la NASA, administra el desarrollo del sistema de la misión Kepler en la Tierra, así como las operaciones de la misión y el análisis de los datos científicos. El Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Pasadena, California, es la entidad que manejó el desarrollo de la misión Kepler. La firma Ball Aerospace and Technologies, de Boulder, Colorado, desarrolló el sistema de vuelo de Kepler y brinda apoyo durante las operaciones de la misión junto con el Laboratorio para la Física Espacial y Atmosférica (Laboratory for Atmospheric and Space Physics, en idioma inglés), de la Universidad de Colorado, en Boulder. El Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (Space Telescope Science Institute, en idioma inglés), en los archivos de Baltimore, reúne y distribuye los datos científicos de la misión Kepler. Además, Kepler es la décima Misión de Descubrimiento de la NASA y está patrocinada por el Directorio de Misiones Científicas de la NASA, en las oficinas centrales de dicha entidad.
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jueves, 26 de enero de 2012

Identifican el gen responsable de la formación de recuerdos

El hallazgo ayudará a definir la ubicación de la memoria en el cerebro humano

Cuando experimentamos un suceso novedoso, el cerebro crea un recuerdo sobre él, mediante la alteración de las conexiones entre las células cerebrales o neuronas. Este proceso requiere de la activación de numerosos genes presentes en dichas células. Científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), de Estados Unidos, han identificado un gen que controla y desencadena este complejo proceso. El hallazgo resulta importante porque podría ayudar a definir la ubicación de la memoria en el cerebro. Por Yaiza Martínez.

ARN Polimerasa II, uno de los elementos que "obedece" al gen Npas4 en el proceso de formación de recuerdos. Fuente: Wikimedia Commons.
ARN Polimerasa II, uno de los elementos que “obedece” al gen Npas4 en el proceso de formación de recuerdos. Fuente: Wikimedia Commons.
Cuando experimentamos un suceso novedoso, el cerebro crea un recuerdo sobre él, mediante la alteración de las conexiones entre las células cerebrales oneuronas. Este proceso requiere de la activación de numerosos genes presentes en dichas células. Científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), de Estados Unidos, han identificado ahora un genque podría ser el controlador y el desencadenante de este complejo proceso.Según publica el MIT en un comunicado, este descubrimiento no sólo revela los mecanismos moleculares subyacentes a la formación de recuerdos sino que, además, podría ayudar a los neurocientíficos a definir una localización más exacta de la memoria en el cerebro.
Hasta ahora, lo que se sabe a este respecto es que en el cerebro no existe un único lugar físico para la memoria. Esta capacidad parece estar diseminada de hecho por distintas localizaciones especializadas. Mientras en algunas regiones del córtex temporal se almacenarían los recuerdos de nuestra más tierna infancia, el significado de las palabras estaría guardado en la región central delhemisferio derecho y los datos de aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Por otra parte, muchos de nuestros automatismos (acciones no conscientes o voluntarias) están almacenados en el cerebelo.
Estudio de un gen y de un tipo de recuerdos concretos
Los científicos del MIT, dirigidos por la investigadora Yingxi Lin, miembro delMcGovern Institute for Brain Research de dicho Instituto, centraron su estudio en un gen concreto: el Npas4, cuya activación se produce inmediatamente después de nuevas experiencias, según han demostrado estudios anteriores.
Este gen está particularmente activo en el hipocampo, una estructura del cerebro que resulta esencial para la formación de la llamada memoria a largo plazo (MLP), que es un tipo de memoria que almacena recuerdos por un plazo de tiempo que puede prolongarse desde unos pocos días hasta décadas, sin que se le presuponga límite alguno de capacidad o duración.
Lin y sus colaboradores descubrieron que el Npas4 pone en marcha otros genes que modifican las conexiones de las células cerebrales, mediante el ajuste de la fuerza de las sinapsis o conexiones entre neuronas. La formación de la memoria dependería de esta modificación.
Para investigar los mecanismos genéticos que generan los recuerdos, los científicos se centraron además en un tipo de aprendizaje concreto, conocido como condicionamiento del miedo.
Lo hicieron con ratones: a éstos se les suministró una carga eléctrica suave cuando entraban en una cámara específica. En unos minutos, los ratones aprendieron a temer dicha cámara, y la siguiente vez que entraron en ella, se quedaron paralizados.
Genética subyacente al aprendizaje
Los investigadores comprobaron que el gen Npas4 se activaba muy al inicio de la experiencia de condicionamiento. Según Lin, “esto distingue al Npas4 de otros genes reguladores de actividad. Muchos de estos genes son activados por diversos tipos de estimulaciones, pero no están relacionados específicamente con el aprendizaje”.
Además, los científicos descubrieron que la activación del Npas4 se producía sobre todo en la región CA3 del hipocampo, que ya se sabía que está implicada en el aprendizaje rápido. Este aprendizaje depende de la mayor o menor presencia de espinas dendríticas (prolongaciones de las dendritas o ramificaciones de las neuronas donde se producen las sinapsis) en las neuronas de esta región.
Los investigadores explican que el Npas4 sería el desencadenante inicial que activaría el resto de puntos implicados en la modificación de las sinapsis, para dar lugar a cualquier recuerdo. Y lo hace de la siguiente forma.
Como el Npas4 es un factor de transcripción, provoca que una enzima llamadaARN polimerasa II se una a secuencias promotoras de la expresión génica, activando los genes que posibilitan las modificaciones sinápticas que a su vez generan los recuerdos.
Kartik Ramamoorthi, otro de los autores del estudio, comenta: “El Npas4 suministra una señal de instrucción. Le comunica a la polimerasa que se una a ciertos genes. Sin él, la ARN polimerasa II no sabría a donde ir. Simplemente, se quedaría flotando alrededor del núcleo de las células”.
Por tanto, situado en el sitio justo del cerebro, el Npas4 activa el resto de genes necesarios para el proceso de modificación sináptica que da lugar a la memoria. Hasta ahora, los científicos han podido identificar sólo unos cuantos de los genes regulados por el Npas4 en este proceso, pero sospechan que debe haber cientos de genes más.
A la caza de la memoria
Como parte de su investigación, Lin y sus colaboradores bloquearon el gen Npas4 de los ratones para ver qué ocurría. Descubrieron que, en este caso, los animales no podían recordar el condicionamiento del miedo.
Pero este efecto sólo se produjo al bloquear el Npas4 de la región CA3 del hipocampo. El bloqueo en otras partes del hipocampo no produjo el mismo efecto, matizan los científicos.
Yingxi Lin, directora de la investigación. Imagen: Kent Dayton. Fuente: MIT.
Yingxi Lin, directora de la investigación. Imagen: Kent Dayton. Fuente: MIT.
Por otra parte, aunque Lin y su equipo han centrado su estudio en el condicionamiento del miedo, los investigadores creen que el Npas4 podría resultar clave en otros tipos de aprendizaje.Por eso, consideran que un importante paso futuro dentro de su estudio será identificar más genes controlados por el Npas4. Esta identificación podría arrojar más luz sobre el papel de este gen en la formación de recuerdos.
Los científicos planean asimismo analizar si las mismas neuronas que se activan por mediación del Npas4 cuando son formados los recuerdos también se activan cuando se recupera la memoria. Este punto podría ayudar a definir con exactitud qué neuronas están implicadas en el almacenamiento de recuerdos particulares.
Según Ramamoorthy: “Vamos a la caza de la memoria, y creemos que podemos usar el Npas4 para definir dónde ésta se encuentra (dentro del cerebro)”. Los resultados de la investigación han aparecido publicados en Science.
http://www.tendencias21.net/Identifican-el-gen-responsable-de-la-formacion-de-recuerdos_a9597.html?preaction=nl&id=1453142&idnl=105237&