martes, 24 de enero de 2012

Entrevista con Bryan Sykes, Prof de Genética Humana de Oxford

Bryan Sykes es profesor de genética humana en la Universidad de Oxford y fundador de la empresa Oxford Ancestors, que realiza análisis del ADN mitocondrial a particulares que quieran conocer más sobre sus orígenes.

Si desean más información sobre Sykes pueden contactar con Oxford Ancestors mediante su
web: http://www.oxfordancestors.com/

Eduard Punset:
Bueno, parece ser que tú dices que las personas actuales son testigos de hechos del pasado como lo puedan ser cualquier daga de bronce o fragmento de cerámica, mejor es el ADN.

Bryan Sykes:
Bueno, no es que sea mejor, es diferente y es igual de seguro. Está en nuestros cuerpos y proviene de un pasado remoto, incluso más remoto que alguno de estos artefactos y realmente, de algún modo, toda la historia de la especie humana está escrita en el ADN que la gente lleva hoy en día en su cuerpo.

Eduard Punset:
Y Bryan Sykes, corrígeme si me equivoco, pero lo que tú sugieres es que es muy laborioso trazar la historia del ADN del núcleo y tienes un truco que es analizar el ADN de las mitocondrias, vamos a recordar a nuestros espectadores lo que es el ADN mitocondrial.

Bryan Sykes:
La mayoría de ADN que tenemos, lo heredamos de nuestros padres: nuestro padre y nuestra madre, y está en los cromosomas del núcleo. Pero fuera del núcleo hay unos pequeños gránulos – por decirlo así – llamados mitocondrias, y cada una de ellas tiene su propio ADN. Y el motivo por el que son excelentes para reconstruir el pasado es porque a diferencia del otro ADN que heredamos de los padres, el ADN de las mitocondrias, que le llamaremos ADN mitocondrial, lo heredamos de nuestra madre, y ella a su vez de su madre, etc. De manera que existe una línea continua materna única desde nuestros ancestros; mientras que el otro ADN, el del núcleo, es muy complicado ya que proviene del padre y de la madre y está muy mezclado, si retrocedemos en la historia. El ADN mitocondrial nos directo al pasado.

Eduard Punset:
Vamos a asumir que me he hecho el test del ADN mitocondrial, que en realidad lo hice, y tu departamento, o tu equipo de investigación, encontró que de los 7 diferentes conjuntos o grupos existentes, yo pertenezco a Tara.

Bryan Sykes:
No cabe la menor duda de que perteneces a Tara.

Eduard Punset:
Yo pertenezco a Tara, y dices que surgió hace 17.000 años.

Bryan Sykes:
Sí, eso es. Lo que tienes aquí es como un árbol genealógico gigante de la rama materna, y lo que hemos encontrado es que en Europa hay 7 grupos de ADN mitocondrial, que aquí se muestran en diferentes colores, y por deducción lógica cada uno de nosotros debemos haber surgido de la misma mujer. De manera que si estás en el mismo grupo, tienes el mismo ADN mitocondrial que el de una mujer: Tara. Yo la llamé Tara.

Eduard Punset:
Qué tontería entonces es eso de las razas ¿no? En tu despacho he visto una foto maravillosa, no era muy importante: un grupo de estudiantes al que tu equipo les ha dado clases sobre el ADN y tal. Y me gustaría que mostraras esa foto ya que …

Bryan Sykes:
Esta es una foto de gente procedente de todas partes del mundo y, sin embargo, eran del mismo clan.

Eduard Punset:
Sí, y hay uno que es africano, ya que es negro, y otra que es blanca que viene de America del Sur, y al estudiar su ADN resulta que …

Bryan Sykes:
…todos eran iguales, sí.

Eduard Punset:
Pero el negro, que creo que se llama Tunga, o algo así, sucede que su ADN pertenece a uno de los grandes grupos de blancos europeos.

Bryan Sykes:
Y si analizas a muchos europeos, desde luego muchos aquí en Inglaterra, tienen un ADN africano. De manera que es una mezcla total. Hubo una época en la que se pensó que se podían definir los distintos grupos étnicos por su base genética…

Eduard Punset:
Y no se puede…

Bryan Sykes:
No se puede.

Eduard Punset:
¿Somos todos africanos?

Bryan Sykes:
Ya que de todas formas, todos somos africanos y podemos encontrar el mismo ADN por todo el mundo.

Eduard Punset:
¿Incluso los vascos?

Bryan Sykes:
Ah los vascos, los vascos. No, no lo son. Yo creía que lo serían, y así lo pensaba cuando les escribí; ya que hay una larga historia sobre los vascos porque se consideran a sí mismos genéticamente diferentes, y un grupo separado. Una especie de reliquia de los europeos de antes de que comenzara la agricultura. Pero en realidad son muy europeos, si analizas su ADN mitocondrial son más europeos que los europeos… de manera que están bastante relacionados.

Eduard Punset:
Aunque hay una cosa que es diferente. Hay uno de los grupos que está ausente en los vascos.

Bryan Sykes:
No es que no esté, sino que es extraño, y es más extraño en ellos que en ningún otro. Ellos son los descendientes del clan de Jazmín. Ella en realidad vivió en oriente medio pero sus descendientes entraron en Europa con los primeros agricultores. Y aunque la agricultura y ganadería llegó al país vasco más tarde que en al resto de Europa…, es muy extraño encontrar descendientes de Jazmín, esa es la diferencia principal; pero no es una gran diferencia.

SEGUNDO BLOQUE:

Eduard Punset:
Vamos a hablar de otro tema en el que tu análisis del ADN mitocondrial ha sido útil. Antes de tus resultados teníamos este debate entre los hombres de neanderthal y cromagnon. Y generalmente se decía que no se sabía lo que había pasado con los pobres neanderthales, que habían aparecido antes, que eran más fuertes y que de todas formas desaparecieron. Posiblemente se mezclaron…

Bryan Sykes:
Bueno, había todo tipo de opiniones, que es lo que sucede siempre que se tienen pocos datos. Lo que había eran dos puntos de vista extremos: uno es que los neanderthales vivieron en Europa hasta hace 28.000 años, y que el más antiguo se ha encontrado – creo – en el sur de España, cambiaron. Alteraron sus características, sus esqueletos y se convirtieron en cromagnon en un periodo de tiempo dado. Esta es – me imagino – una teoría de continuidad. Y la otra es que esto no sucedió, que nuestros ancestros salieron de África y que de alguna manera desplazaron a los neanderthales hasta su extinción. El análisis de ADN apoya firmemente la segunda teoría.

Eduard Punset:
No estamos en absoluto relacionados con el neanderthal.

Bryan Sykes:
No, nada. Y yo quería encontrar restos neanderthales en humanos vivos, pero no lo he conseguido, y esto después de haber realizado cientos de miles de pruebas, y nunca he encontrado ADN que se parezca ligeramente al neanderthal. Y sabemos cómo es el ADN neanderthal ya que en dos o tres casos unos laboratorios han hallado y recuperado ADN de neanderthales…

Eduard Punset:
Tú has …

Bryan Sykes:
Yo lo he intentado – de neanderthales – pero nunca lo he conseguido.

Eduard Punset:
Hay una cueva en Gough???...

Bryan Sykes:
Ah sí. Pero ese era un humano moderno, no era un neanderthal, era un cromagnon, aunque de 12.000 años, y el ADN de los restos de esa cueva era como el nuestro; mientras que el DNA de neanderthal es muy distinto.

Eduard Punset:
Por qué diablos crees – que después de analizar durante tantos años los orígenes de la humanidad – hemos puesto tanto esfuerzo: religión, paleontología, filosofía, y siempre con la misma pregunta: de dónde venimos. ¿La gente se preocupa por esto o no les importa en absoluto?

Bryan Sykes:
Hay mucha gente a la que seguramente no les importa, y a mí tampoco me importaba hasta que comencé con todo esto. Y entonces te das cuenta de que es muy profundo, que eres portador de ADN en tus células, el cual proviene de esta inmensa sucesión de ancestros. Ha cambiado hasta mi punto de vista sobre la comercialización del genoma: la posesión de genes por empresas farmacéuticas, es como vender a tus ancestros. Es como si fuera una traición…

Eduard Punset:
Te preocupa.

Bryan Sykes:
Si me preocupa y creo que no está bien. Es … no sé como explicarlo mejor, creo que no está bien, es equivocado.

Eduard Punset:
¿Crees que este DNA está influyendo la manera en que nos comportamos cuando te das cuenta lo poco que es?

Bryan Sykes:
Sí, y cuando analizas a los cromosomas, que parecen insignificantes pero moldean casi todo en nosotros, esto no quiere decir que seamos esclavos de los genes, o nada que se le parezca, pero no hay ninguna duda de que todos los aspectos de la personalidad y del comportamiento están muy influenciados por el ADN de nuestros ancestros: primero de nuestros padres y así en adelante. Pero no...

Eduard Punset:
Estás preparando un libro en el que analizas un poco el futuro. Y tengo que decir que estoy un poco sorprendido, ya que cuando se habla del futuro la gente habla sobre la ecología, sobre el entorno, las guerras, los marcianos, pero nadie me ha hablado del cromosoma Y, que es el que aparentemente transformará la vida que conocemos ¿exactamente qué quieres decir con esto?

Bryan Sykes:
De la misma manera que hemos analizado al ADN mitocondrial hemos analizado también al equivalente masculino el ADN del cromosomaY que se hereda por la vía masculina. Lo que me sorprendió fue la diferencia: uno te dice la historia de la mujer, y el cromosoma Y la del hombre. En muchas cosas son iguales, pero en otras son completamente distintos: mi interpretación de esto es que mientras el cromosoma Y ha sido ampliado por una – digamos – selección sexual en el que unos cromosomas Y en particular han funcionado muy bien, gran parte de mi libro trata sobre el conflicto que hay en el mundo y su base genética: la lucha entre el cromosoma Y y las mitocondrias que tenemos.

Eduard Punset:
Si lo entiendo bien lo que sugieres es que el cromosoma X es mejor, o al menos cuando lo examinas, es más fuerte, más duro, y con más contenido que el cromosoma Y. E incluso a pesar de ello – tú dices – que ha cambiado la influencia del cromosoma X en el cromosoma Y – el cromosoma masculino – a través de una competición sexual.

Bryan Sykes:
Así es: la sociedad patriarcal que tenemos ahora beneficia al cromosoma Y tremendamente. La herencia paterna del título y la riqueza se aúnan con el cromosoma Y para expandirse… Lo que hago es analizar todas estas cosas bien conocidas por todos en teoría y analizarlas desde el punto de vista del mismo cromosoma Y.

Eduard Punset:
Genéticamente.

Bryan Sykes:
En realidad no creo que sea el cromosoma X el que compite, ya que los hombres también tienen cromosomas X. La competición no es entre los cromosomas X e Y, sino entre el cromosoma Y y lo que hemos estado hablando, el ADN mitocondrial. Por una parte la esencia de lo femenino en el ADN mitocondrial, está muy arraigada, como ya hemos visto en nuestro propio ADN mitocondrial; y por otra el cromosoma Y. Los dos tienen unas agendas completamente distintas porque el ADN mitocondrial sólo se puede transmitir por las mujeres. De manera que -desde el punto de vista de los genes- el ADNmitocondrial no está interesado en los hijos ya que con ellos no se hará nada, ya que su ADN no se transmitirá a generaciones futuras: a los hijos; y de la misma manera los cromosomas Y no tienen ningún interés en las hijas ya que no llegarán a ninguna parte a través de las hijas. Así que tenemos estos dos potentes elementos genéticos están completamente en oposición el uno con el otro y...

Eduard Punset:
Uno de los dos desaparecerá.

Bryan Sykes:
Uno de los dos desaparecerá y sólo hay que analizar al cromosoma Y para darse cuenta de que está hecho un desastre, tiene problemas; y en mi opinión se está deteriorando muy rápidamente.

Eduard Punset:
De manera que dentro de un millón de años no habrá cromosoma Y, y no habrá más hombres. Y para entonces ¿habrán aprendido las mujeres a reproducirse?

Bryan Sykes:
Habrán aprendido a reproducirse completamente.

Eduard Punset:
En realidad he visto en EEUU un ejemplo de reproducción de un óvulo en el que se le hizo creer que un espermatozoide le había penetrado, pero no era verdad.

Bryan Sykes:
Los espermas siempre están engañando a los huevos.

Eduard Punset:
Así es, esá en su naturaleza. Pero tú dices que habrás otra forma que no será engañando.

Bryan Sykes:
En un experimento en que se mezcla el óvulo con otro sin ADN, el primer óvulo comienza a dividirse, y el resultado son clones. Creo que es genéticamente muy fácil el fecundar no con esperma sino con otros óvulos. Y en ese caso nacerán hijas pero no serán clones; tendrán una gran variedad genética, como cualquier mujer en la actualidad.

Eduard Punset:
Es increíble lo que puede suceder ¿no?

Bryan Sykes:
Sí, y no es cuestión de que pueda suceder, seguro que sucederá.

Eduard Punset:
Y en este sentido se recobrará la esencia de las diosas, las madres…

Bryan Sykes:
Sí. y Si se quiere, hay formas de evitar esto y hacer que queden hombres, como transplantando genes a otros cromosomas, pero esa es otra forma… seguro que alguien lo intenta pero… y creo que otra de las cosas que sucederá con el ADNmitocondrial del que hemos hablado, que proviene de nuestros ancestros maternos hace miles y miles de años antes, es que de alguna manera aquí hay muchas conexiones mitológicas. Desde cuando no todo el mundo creía que la tierra era redonda, que la teología estaba basada en lo femenino, y cuando los hombres adoraban a las diosas, en vez de al revés. Pero entre nosotros, en realidad, yo creo que es lo que hacemos. Las mujeres son las diosas, y lo saben, y con razón, ya que son las que tienen el secreto de la procreación de la vida, y lo que nosotros [los hombres] hacemos aquí es poseer esta etiqueta molecular de ADN que es parte de la línea femenina que viene del pasado.

1 comentario:

Francisco Antonio Cerón García dijo...

¡El genocidio de un millón de niños, huérfanos por el feminismo y el @PSOE!
La promesa IV - 613 pág.
http://www.slideshare.net/fcerong/la-promesa-4