sábado, 14 de enero de 2012

El Viaje en el Tiempo y los Sueños

maestroviejo

(Un testimonio de gratitud hacia el Creador del Sueño)
Nosotros no somos de este mundo. Somos viajeros del tiempo de otras estrellas y dimensiones que hemos venido aquí para propósitos y lecciones específicas. Esto significa que podemos dejar de tratar de encajar en el “estándar mundial” y en cambio permitir a nuestra esencia única florecer. Somos como los meteoros que son atraídos a la órbita de un cuerpo celeste  mayor.
Todos estamos siendo soñados por un Soñador Mayor. Nos corresponde a nosotros escuchar los susurros del sueño interior que el Soñador Mayor siempre está comunicando. Dentro del sueño interior se encuentra la clave para el mundo venidero.
Mi vida es un testimonio del poder del sueño. Lo comparto con vosotros para honrar al Divino Creador, del cual vienen todos los sueños, y con la esperanza de que te inspire en tu camino.
Por favor, permíteme retroceder un poco con el fin de ilustrar la trama del sueño.
Desde que era niña, yo nunca me sentí real y siempre pensé que parecía que otras personas tenían experiencias “reales”, pero que yo no lo era. El primer pensamiento consciente que recuerdo haber tenido es: “Todo esto es un sueño” y “Si yo no era yo, entonces, ¿quién sería yo?” Cuando meditas sobre esto, te das cuenta de que es totalmente imposible ser nadie más que tú.
Desde donde alcanza mi memoria, he tenido visiones de sueños y otras experiencias que podrían considerarse paranormales. A pesar de que no tenía el contexto para las experiencias.
Me crié principalmente con mi padre en una zona para casas móviles (no es fácil cuando llegas a tu adolescencia auto-consciente). No sólo vivíamos en una zona de casas móviles, sino que nuestro remolque era el único que no tenía ningún zócalo bordeando la parte inferior; sólo se mantenía en pie mediante bloques de hormigón, como una nave espacial sin ninguna base en la tierra. La puerta de atrás no tenía escaleras; un salto salvaje de la nave espacial a la tierra.
De esta experiencia aprendí dos cosas importantes: 1) nunca juzgues a nadie por su nivel económico, raza o nivel de educación, y 2) el poder de la imaginación.
Fue en este remolque claustrofóbico que nació mi mundo interior y empecé a descubrir que había otros mundos paralelos, que me parecía estar viviendo simultáneo a éste.
Cuando tenía diez años, tuve sueños recurrentes de túneles del tiempo y ciudades subterráneas. Los sueños no me dejaban en paz. No dejaba de oír las palabras “perdida en el tiempo, perdida en el tiempo, tú perdida en el tiempo.”
Agarré un lápiz y mi cuaderno de notas del colegio, me senté en la mesa de café en la sala de estar y con gran urgencia comencé a escribir. Yo era John Mathews, viajero del tiempo, explorando los túneles del tiempo subterráneos, en busca del “momento oportuno”.
En los túneles del tiempo conocí a una mujer llamada Crystal Blake, quién se convirtió en mi compañera de viaje. Nuestro mayor temor era terminar en un “mal tiempo”, cuando hubiera guerra o muerte, o un tiempo cuando los seres humanos se extinguieran (al cual le di la fecha de 4029). Titulé mi “libro” Perdida en el Tiempo y lo llevé conmigo durante varios años como una señal de memoria o recordatorio para mí misma.
Este tema del viaje en el tiempo y túneles subterráneos, ciudades y otras realidades continúan repitiéndose en mis sueños de tanto en tanto y a lo largo de los años.
Cuando llegué a la escuela secundaria, no tenía idea de qué iba a hacer con mi vida y no tenía ningún estímulo externo hacia una dirección en particular. En mi último examen de la secundaria se nos pidió escribir sobre el tema que más nos inspirara.
Pensé durante mucho tiempo sobre esto. Parecía que todo en este mundo era de algún modo “viejo” y poco interesante. Otros estudiantes escribían sus artículos sobre su perro, o deporte favorito. Fui a la biblioteca y encontré un libro sobre la consciencia superior y, finalmente, encontré algo que era interesante.
Durante este tiempo se produjo una lucha interna con muchos sueños vívidos; sueños de otros mundos y otros tiempos. Sabía que debía tener una crisis espiritual, pero de nuevo no tenía contexto para esto en mi círculo inmediato.
Mi abuela era una dulce mujer cristiana, que pensaba que debía ser bautizada. Así que fui bautizada a la edad de 18 años en una pequeña iglesia Bautista fundamentalista por un predicador con mucho sobrepeso que llevaba una camisa demasiado pequeña y tenía la mitad de su estómago colgando (le bendigo, pero no inspiraba mucha confianza). Unos años más tarde fui introducida al Budismo Tibetano y después al Islam.
En mi mundo interior tenía una profunda fe en Dios y oraba por una salida de la vida mundana que veía a mi alrededor. Mi oración interior e incesante era “Por favor, muéstrame lo que es nuevo.” Recé muchas veces por esto y siempre estaba atenta.
Me matriculé en el Colegio “Mayor” sin tener idea de lo que era .Tuve la sensación de que todo había sido hecho antes, y todas las casillas que podría abrir y las cosas que podría aprender no me atraían. Me decidí por el periodismo porque me gustaba escribir y no tendría que tomar muchas clases de matemáticas (que era mi tema menos favorito, hasta la Ley del Tiempo).
A los 19 me trasladé al norte del estado de Nueva York y continué los estudios de periodismo. Ese mismo año tuve una experiencia cercana a la muerte, que alteró mi vida y mi percepción del mundo. Me fueron mostradas visiones del nuevo mundo, y yo no quería volver aquí.
A los 21 años, tras un año dejé de ir a la universidad, abandoné los estudios porque mis sueños “nocturnos” estaban invadiendo mis sueños diarios y empecé a ver cosas y tener experiencias inusuales. Me sentí como si estuviera caminando entre mundos y había algo que suponía debía recordar. Me deprimí. Mi sensibilidad también aumentó considerablemente, hasta el punto que me era difícil ir a lugares públicos sin sufrir ataques de pánico. A menudo eran tan intensos que sentía que me estaba muriendo.
Una vez más no tenía contexto para ello en el momento, y estaba bastante preocupada. Durante 7 meses permanecí en el interior de mi habitación en un apartamento en Buffalo, Nueva York, que compartía con mi pareja en el momento y su hermano gemelo idéntico. Me aventuraba cada par de semanas, más o menos, a la biblioteca donde revisaba tantos libros como era posible sobre las experiencias cercanas a la muerte, la consciencia, la espiritualidad y la religión.
Me preguntaba cuál era el propósito de mi vida y si alguna vez me sentiría “normal”. Parecía tan fácil para otras personas. En esta etapa me sentía como si fuese despojada de todos los placeres mundanos, la única cosa de interés era la búsqueda del espíritu y la exploración de la consciencia. Rogué que Dios pudiera utilizarme, pero cómo, yo no sabía.
Aprendí muchas lecciones en este momento. En última instancia, supe que cada uno de nosotros debemos pasar a través de los reinos interiores y portales iniciáticos, solos y desnudos ante nuestro Creador. Ninguna charla o distracción aliviará esto. Podemos ocuparnos con distracciones, pero esto sólo posterga una confrontación total con nosotros mismos. Finalmente debemos confrontar y trabar amistad con nosotros mismos con amor.
Reuní mis fuerzas, terminé la universidad, y conseguí un trabajo como reportera. Mientras trabajaba en mi cubículo de la oficina, las visiones del sueño comenzaron a reafirmarse, agolpándose en mi realidad despierta. Yo sabía que tenía que encontrar apoyo, o al menos alguien con quien hablar.
Esto me llevó a la clarividente Cassandra Musgrave (quien por cierto había tenido una experiencia cercana a la muerte en 1973 respecto a 2012) y luego a Paul Levy (del que puedes leer más en la introducción a Tiempo, Sincronicidad y Cambio de Calendario). Unos años más tarde me encontré en Palenque en el Templo de las Inscripciones y la tumba de la Reina Roja, donde se activó mi misión más profunda.
Antes de conocer a José/Valum Votan en 1998, tuve una serie de sueños, donde un hombre me estaba enseñando a viajar en el tiempo. Por eso he llamado la primera parte de su biografía: Biografía de un Viajero del Tiempo. Posteriormente, en 2002, comenzaron las transmisiones de la Historia Cósmica. Me di cuenta de que éste era el magneto que me había estado atrayendo toda mi vida.
Me di cuenta de que todas las circunstancias de mi vida habían sido diseñadas a fin de prepararme para recibir otro tipo de conocimiento, no el conocimiento terrestre, sino una base de conocimiento galáctico que llegó a través del vehículo de las sesiones de transmisión de la Historia Cósmica.
Cuando esto ocurrió un portal se abrió entre José/Valum Votan y yo. Fue literalmente como ser transportada a otra realidad; como vivir un déjà vu en un planeta paralelo. Las cosas de este mundo se alejaron.
La Fuerza era indiscutible. Era un recuerdo mutuo de un pacto de almas gemelas hecho en otra vida. Muchos recuerdos fueron abiertos y activados, con nuevas corrientes de conocimiento fluyendo a través de ellos. El objetivo de estas transmisiones de la Historia Cósmica (también conocida como la transmisión entre los mundos), fue la semilla del conocimiento galáctico en este planeta en preparación de un cambio mental o dimensional.
La Ley del Tiempo y las Crónicas de la Historia Cósmica fueron la respuesta a mi oración para ser guiada hacia lo que era nuevo. Este es un camino mágico. Así que en mi sueño interior John y Crystal se convirtieron en Votan y la Reina Roja.
Le di mi “libro” Perdida en el Tiempo a Votan. Leyó el texto y escribió en rojo en la portada:
Reina Roja
Mediante tu tumba,
¿No te conozco?
No más perdidas en el tiempo,
Pero volvamos a restaurar
La tradición de los túneles del tiempo
Donde nos reunimos la última vez
Entre dos tumbas
Un misterio para nunca olvidar:
El túnel del tiempo
Su medida de la muerte
Hasta cuando Votan y la Reina Roja, finalmente se reunieron.
Todos somos un mito y un arquetipo andante. El arquetipo de la Reina Roja representa el conocimiento galáctico olvidado de otros mundos, otras tierras, otros tiempos. Ella es el arquetipo de los anónimos, sin inscripción, la minoría, el viajero del tiempo femenino que fluye evocado por el sueño interior o en el reino imaginal de donde proviene toda la creación.
La Reina Roja es la que nos recuerda rendirnos a todo por el bien del Sueño Más Elevado; volver a ser como niños para descubrir el reino mágico (o Dominio de la Reina); llama a la puerta de los universos paralelos y ellos se abrirán, disolverán tus pensamientos y te permitirán ser inhalado por el Espíritu.
Este es mi testimonio en nombre del Creador del Sueño. Nosotros no somos los emprendedores, sino el instrumento. Todo conocimiento es otorgado por Dios/Alá/ Hunab Ku/ la Fuente de todo.
Aquí es donde el sueño me llevó. Yo nunca buscó nada externamente, sólo internamente.
Sólo estamos en este planeta durante un corto tiempo. Voy a seguir dando lo mejor de mí para servir al Altísimo y cumplir la misión que me ha sido dada dentro de este sueño.
El Gran Misterio es todo
Votan es el llamado
Mago avanzado  -del comando de Sirio
Radiando formas de pensamiento hacia la tierra sedienta
Dirigiendo las escenas una y otra vez
Insertando números para revivir la tierra muerta
La tierra de los perdidos -donde el dinero es dios
¡Tiempo es Arte, elimina el fraude!
Escucha los susurros del sueño interior y recuerda que ¡lo que buscas también te está buscando!
http://cambiaelmundodespiertate.wordpress.com/2012/01/09/el-viaje-en-el-tiempo-y-los-suenos/

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