Hay momentos concretos a lo largo de la historia de la Humanidad, en que figuras u objetos que descienden del cielo, intervienen en los asuntos de los hombres, e incluso llegan a decidir nuestras disputas en uno u otro sentido. En algunas ocasiones, la ayuda ha sido favorable al signo de la Cruz, si bien el motivo de este favoritismo se nos escapa.
Así aconteció en las luchas de los cristianos contra los moros, y también -durante la conquista de América- en las luchas contra los indios.Autores como Plinio el Viejo, Plutarco, Dio Cassio, Séneca, Cicerón o Julio Obsequens fueron en mayor o menor grado conscientes de que los dioses estaban guiando a los hombres sobre la Tierra. Sin ir más lejos, en el libro octavo de la Eneida, Virgilio habla de «ruedas que transportaban rápidamente a los dioses».
En su manuscrito Prodigerium liber, el historiador romano del siglo IV Julio Obsequins, registró numerosos relatos de avistamientos de ovnis. En unparticular incidente, un escudo redondeado, en forma de nave, con flamantes antorchas giró y se estrelló contra el suelo cerca de Espoleto, al norte de Roma. “Luego pareció aumentar el tamaño, se alzó de la tierra y ascendió al cielo, donde oscureció el disco del Sol con su brillo”, escribió.
En el Prodigiorum Liber (el Libro de los Prodigios), el historiador Julio Obsequens recoge textos originales de Cicerón, Tito Livio, Séneca y otros. Podemos leer allí:«Siendo cónsules Cayo Mario y Lucio Valerio, se pudieron ver en diversos lugares de Tarquinia un objeto que semejaba una antorcha encendida que súbitamente cayó del cielo.
Hacia el anochecer se vió un objeto volador circular, parecido en su forma a un “clypeus” (el escudo redondo empleado por los legionarios romanos) llameante, que cruzaba el cielo del Oeste hacia el Este.»También podemos leer allí que «en el territorio de Spoleto, en la Umbría, una esfera de fuego, de color dorado, cayó a tierra dando vueltas. después parecía que aumentase de tamaño, se elevó del suelo, y ascendió hacia el cielo, en donde oscureció al disco del Sol con su claridad cegadora. Después desapareció en dirección al cuadrante Este del cielo.»Tito Livio también informa por su parte: «Naves fantasma han sido vistas brillando en el cielo…Mientras que en el distrito de Amiterno aparecieron en muchos lugares hombres con vestidos destellantes, de lejos y sin acercarse a nadie.» .
Curiosas historias de visitas de extraterrestres a la Tierra, son encontrada en antiguos textos chinos. Estos informes históricos proveen evidencia y claves para la investigación moderna sobre extraterrestres.Se resume a un pasado tan remoto, pues encontramos nuevas evidencias en la narración de los manuscritos Liu-Shi-Chun, do Huainan-Tzu y del Chaung-Tzu en la antigua China, cuya antigüedad remontase al año 2.345 a.C., los cuales, hacen referencia al emperador Yao de la dinastía Chou, quien, en el año 42 de su reinado, tendría conseguido visitar el interior de una curiosa estrella que bajo al interior de un volcán, al cual él llamo de “vehículo de los tiempos antiguos”.
Según “Investigación de Datos Perdidos”, escrito por Wang Jia durante la Dinastía Jin del Este, de la era del Emperador Yao, hace cuatro mil años atrás un gran ovni con forma de bote flotó en el aire sobre el Mar del Oeste. El ovni bajó lentamente y tenía muchas luces. La gente a bordo del ovni se veía usando sombreros y tenían plumas blancas por todo su cuerpo. No tenían alas pero podían volar.
“Historias sobre los Cinco Elementos” escritos de la Dinastía Qing, informa sobre otro incidente: la caza de un extraterrestre, registrado en marzo del año 12 del Emperador Kangxi. Algunas personas vieron a un hombre de cara negra volando rápido por el aire. Su cuerpo tenía luces destellantes, como prendiéndose fuego en el cielo. Cuando las autoridades locales supieron la noticia y llegaron apurados al sitio, el hombre súbitamente desapareció.
fueron vistos dos soles en la ribera del río Feichang, uno de los cuales subía por el este, mientras que el otro bajaba por el oeste. amos producían un ruido como el trueno”.
El escritor Wanj Jia, relata en su libro “Reencuentro” una historia ocurrida en el siglo IV a.c.: “Durante los 30 años del reinado del emperador Yao, una inmensa nave flotaba por encima de las olas del mar del oeste. sobre esta nave, una potente luz se encendía de noche y se apagaba de día. Una vez cada 12 años, la nave daba una vuelta por el espacio. Por esto se le denominaba Nave de Luna o Nave de las Estrellas”.“
La Crónica de Desastres y Fenómenos Inusuales, Boceto Histórico de la Dinastía Qing”, registró un incidente muy similar a los informes modernos sobre secuestros de extraterrestres. En julio del tercer año del Emperador Yongzheng6 durante la Dinastía Qing, un grupo de pueblerinos fue a las montañas a cortar bambú, en Liaojiatang de Wudu en Lingchuan. El grupo fue testigo de la desaparición súbita de un pueblerino quien más de 140 días después, reapareció en su hogar. Los compañeros relataron que después de su regreso, el raptado pueblerino estaba completamente incoherente.
Pintura china que muestra extraños aparatos voladores discoidales tripulados.En su obra “Observaciones del Cielo”, otro historiador, que vivió entre los años 960 y 1,279 nos da una imagen todavía más clara de la nave anterior, afirmando de ella: “Había una gran nave voladora expuesta en el Palacio de la Virtud, bajo la dinastía de los Tang. Media más de 50 pies de largo, y resonaba como el hierro y el cobre, resistiendo perfectamente a la corrosión; se elevaba en el cielo para retronar después, y así continuamente”.
En Kunming, se han descubierto unas “maquinas” cilíndricas, que en su representación grafica parecen dispararse hacia el cielo. Estos relieves están esculpidos sobre unas pirámides que surgieron súbitamente del lago Kuming tras un violento terremoto. ¿Son naves nodrizas vistas hace miles de años por los antiguos chinos?
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