Ha publicado más de 140 artículos en las revistas científicas más prestigiosas del mundo (Nature, Science o Cell), y ha conseguido, gracias a la amplia divulgación que han tenido sus trabajos, popularizar términos como los "telómeros" o las "shelterinas".
María Antonia Blasco Marhuenda, que dirigía ahora el Programa de Oncología Molecular del CNIO, nació en Alicante en 1965 y se licenció en 1989 en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Madrid, donde se doctoró, cuatro años más tarde, en Bioquímica y Biología Molecular, bajo la dirección de Margarita Salas, una de las pioneras de la investigación en biología molecular de España.
El mismo año que finalizó su doctorado se incorporó como investigadora en el laboratorio de Carol Greider (Nobel de Medicina en 2009) en el Cold Spring Harbor Laboratory, de Nueva York.
Regresó a España cuatro años después para trabajar como científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y constituyó su propio grupo de investigación en el Departamento de Inmunología y Oncología del Centro Nacional de Biotecnología (CNB).
Desde 2003 encabeza, en el CNIO, el grupo de Telómeros y Telomerasa y dirige el programa de Oncología Molecular, y desde 2005 compatibilizaba esas funciones con la vicedirección de Investigación Básica de este organismo.
Blasco es uno de los referentes mundiales en el estudio de los telómeros (los extremos de los cromosomas) y la enzima que los controla, la telomerasa, y su relación con el cáncer y el envejecimiento.
En 2007, Blasco y su equipo desarrollaron una nueva técnica para medir los telómeros, cuya longitud es un parámetro importante para distintas patologías asociadas al envejecimiento y también para el crecimiento tumoral; y en 2008 consiguieron crear una cepa de ratones transgénicos con un 45 por ciento más de vida media, bloqueando la expresión de ciertos genes que actúan sobre los telómeros.
En 2010, el grupo que dirige Blasco publicó en la revista norteamericana Developmental Cell un trabajo que demostraba el papel esencial que desempeña la proteína TPP1 para la función de la telomerasa (la TPP1 lleva la telomerasa al telómero y permite su funcionamiento), lo que abre la puerta a nuevas vías en el tratamiento del cáncer.
Las investigaciones de Blasco y su equipo pretenden averiguar cómo controlar la telomerasa y por qué en algunos casos impide la destrucción natural de las células tumorales y favorece su crecimiento incontrolado.
Otro de los objetivos de sus trabajos es descubrir la función de algunas proteínas, como las shelterinas, que intervienen en el proceso de envejecimiento celular.
Ello permitiría desarrollar dianas terapéuticas para enfermedades en las que se produce envejecimiento celular prematuro, como la fibrosis pulmonar.
Blasco ha recibido numerosos premios, entre los que figuran: el Josef Steiner en investigación del cáncer (2004); la medalla de oro de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO) al mejor investigador europeo menor de 40 años (2004); el premio Ciencia Europea de la Fundación Körber (2008); el "Rey Jaime I" de investigación básica (2008); o el Premio Nacional de Investigación "Santiago Ramón y Cajal" en el área de Biología (2010). EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario