sábado, 26 de febrero de 2011

El Discovery se acopla con éxito a la Estación Espacial Internacional

Washington, 26 feb (EFE).- El transbordador Discovery se acopló hoy a la Estación Espacial Internacional (EEI) con sus seis tripulantes y un módulo cargado de piezas de repuesto, de equipos y de Robonaut 2, el primer robot "humanoide" en viajar al espacio.Seguir leyendo el arículo
El comandante Steve Lindsey y el piloto Eric Boe ejecutaron sin contratiempos la maniobra de acoplamiento, que culminó a las 19.14 GMT, dos minutos antes de lo previsto.
El transbordador, que despegó el jueves del Centro Espacial Kennedy en Florida para emprender una última misión de 11 días antes de que la NASA lo retire de funcionamiento, se unió con el nodo Harmony del complejo espacial justo cuando volaban a unos 350 kilómetros sobre Australia occidental.
La llegada del Discovery aumenta el peso de la EEI hasta las 545 toneladas, un récord de masa ya que tiene acoplados, por primera vez al mismo tiempo, el transbordador, los módulos espaciales ATV y HTV y las naves rusas Soyuz y Progreso.
La operación comenzó tres horas antes del acoplamiento, cuando la tripulación encendió el motor izquierdo del Sistema de Maniobra Orbital durante 11 segundos, para colocar el transbordador en la ruta correcta hacia la EEI.
Hacia las 18.15 GMT, el comandante Lindsey comenzó la maniobra conocida como "voltereta hacia atrás", con la que el transbordador gira 360 grados hacia atrás para permitir que los astronautas de la estación espacial tomen fotografías de las placas que protegen al Discovery contra el calor.
El transbordador describió a continuación un cuarto de círculo hasta posicionarse a unos 94 metros frente a la Estación, para permitir que el complejo espacial lo interceptara a la hora prevista.
Los tripulantes del Discovery serán bienvenidos en una ceremonia especial en la EEI, un momento muy esperado dentro de la última misión del transbordador antes de que la NASA lo retire de funcionamiento.
Dos de los astronautas, Alvin Drew y Steve Bowen, protagonizarán la siguiente etapa de la misión el lunes, con el primero de sus dos paseos espaciales previstos, que durará unas seis horas y les permitirá instalar una cámara en la estructura de la estación, con el fin de crear un punto de conexión entre el espacio y la Tierra.
Ese y otros experimentos que se instalarán en la EEI han viajado hasta allí a bordo del Módulo Permanente Multipropósito italiano "Leonardo", cargado además con 5 toneladas de piezas de repuesto y equipos.
"Leonardo" también transportaba a Robonaut 2, R2, un androide que permanecerá como un tripulante más de la Estación Espacial para ayudar en labores de mantenimiento y otros trabajos científicos, y narrará sus aventuras en la red social Twitter.
"¡Estamos aquí!", tuiteó poco después del acoplamiento el robot, que servirá para analizar cómo funciona en gravedad cero y si en un futuro pudiera reemplazar a los humanos para hacer reparaciones en el exterior.
La misión STS-133 es el viaje número 39 del Discovery, que desde que inició su aventura espacial en 1984 ha recorrido más de 230 millones de kilómetros, rodeado la Tierra 5.628 veces y en total ha estado en órbita 352 días, casi un año entero.

viernes, 25 de febrero de 2011

El Johannes Kepler llega a la Estación Espacial Internacional

El vehículo de carga europeo ATV-2 (Johannes Kepler) se acopló automáticamente al puerto trasero del módulo ruso Zvezda de la estación internacional, listo para llevar a cabo una misión de varios meses.
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(Foto: ESA)
El vehículo, de 20 toneladas de peso, transporta a bordo diversos suministros para el complejo orbital. Además, colaborará en el mantenimiento de la altitud de la estación, gracias a sus motores.

La compleja maniobra de aproximación, después de ocho días de viaje, se llevó a cabo muy lentamente. Cada paso fue observado de cerca tanto por los astronautas como por el personal del centro de control en Toulouse, en Francia. Usando un sistema de acoplamiento automático proporcionado por Rusia, el Kurs, el vehículo se detuvo en varias ocasiones, cada vez más cerca del puerto de atraque, asegurando la completa alineación y la seguridad de sus movimientos. El módulo Zvezda había girado sus paneles solares para resistir mejor cualquier impacto, dando también mejor visibilidad a la maniobra desde las cámaras exteriores de la ISS.

El acercamiento final y el contacto se hicieron a una velocidad relativa de sólo 7 cm/s y con una precisión de pocos centímetros. En cuanto la pértiga delantera de la nave entró dentro del puerto del Zvezda (15:59 UTC del 24 de febrero), se detuvo el avance y se procedió a ajustar la unión mediante unos ganchos. A las 16:08 UTC, la secuencia se declaraba terminada.

Gracias a sensores ópticos y láseres, el ATV-2 supo en todo momento a qué distancia se encontraba de su objetivo. Por tanto, los movimientos fueron siempre muy suaves y según el plan de vuelo.

Tras su lanzamiento en un cohete Ariane-5 el 16 de febrero, el Johannes Kepler permanecerá en su nueva posición hasta el mes de junio, proporcionando volumen habitable y propulsión para la estación. Los astronautas abrirán pronto su escotilla y empezarán a vaciar sus contenidos, que consisten en 1.760 kg de comida, ropa y equipos, 860 kg de combustible, y 100 kg de oxígeno.

Con el ATV-2 en la estación, con la próxima llegada del transbordador Discovery, que traerá el módulo PMM, y con la presencia actual del vehículo logístico japonés HTV-2, dos naves Soyuz y una Progress, se habrá alcanzado un nuevo récord de espacio disponible a bordo de la ISS (más de 1.000 metros cúbicos), y una masa total de más de 500 toneladas.


jueves, 24 de febrero de 2011

Nasa admite parcialmente los informes de Nibiru, pero lo denomina Tyche.

A mis apreciados lectores mis disculpas porque fue imposible conseguir estos videos traducidos a nuestro idioma, pero el punto más importante que quiero resaltar es que la NASA no puede seguir ocultando por mucho más tiempo la presencia en nuestro sistema solar del planeta NIBIRU, el planeta de los ANUNNAKI, tal como esta relatado en la historia de los Sumerios.
Tras los nuevos informes, las nuevas simulaciones y las evidencias, la polémica está de nuevo encima de la mesa.
A medida que la perturbación de Sagitario se hace cada vez más evidente, la cuestión reside en el número de satélites que acompañan a la Enana Marrón y los escenarios de consolidación de los satélites con los de nuestro sistema solar. Da igual el nombre que se asigne al conjunto del “cluster” en relación con los compañeros planetarios que acompañen a la binaria. Lo que ya está claro es que nuestro sistema solar es binario, y cada vez más se evidencia un cisma entre los científicos respecto al cálculo de distancias, tránsitos, simulaciones y órbitas.
El siguiente vídeo es increíblemente interesante y apoya los argumentos de nuestros informes técnicos de agosto de 2009.
El siguiente vídeo ha sido filmado por un astrónomo amateur en Noruega, y muestra una primera aproximación del “cluster”. Recomendamos descarguen el vídeo antes de que procedan a su censura en Youtube.
Informamos que estamos preparando un informe consolidado con todos los datos disponibles actualmente.
Seguidamente reproducimos la búsqueda de otro de nuestros lectores que ha monitorizado la foto del SPT (Solar Polar Telescope) y las posiciones del objeto.
Adicionalmente, nuestro informe final en vídeo:
Y finalmente, la posición de los datos obtenidos por la misión WISE.
La polémica nuevamente está servida.
StarViewerTeam International 2011.

Las órbitas planetarias inclinadas pueden ser las más típicas en el universo

Un equipo de investigación, dirigido por astrónomos de la Universidad de Tokio y el Observatorio Astronómico Nacional de Japón, ha descubierto que las órbitas inclinadas pueden ser típicas, en vez de raras, en los sistemas exoplanetarios (aquellos que están fuera de nuestro sistema solar, en órbita a otras estrellas).
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El sistema HAT-P-11b. (Foto: Subaru Telescope)
Sus mediciones de los ángulos entre el eje de rotación de la estrella y el eje de la órbita planetaria de los exoplanetas HAT-P-11b y XO-4b demuestran que las órbitas de éstos están muy inclinadas.

Los últimos datos obtenidos en estas observaciones, así como en observaciones independientes de las usadas en este estudio, sugieren que tales órbitas planetarias altamente inclinadas pueden ser comunes en el universo.

Ésta es la primera vez que se logra medir el ángulo orbital de un exoplaneta pequeño como HAT-P-11 b.

Lo descubierto en este estudio ofrece importantes indicadores de observación para poner a prueba diferentes modelos teóricos sobre cómo han evolucionado las órbitas de los sistemas planetarios.

Desde el descubrimiento inequívoco del primer exoplaneta en 1995, los científicos han identificado más de 500 exoplanetas (y muchos más son candidatos), y casi todos son planetas gigantes.

La mayoría de estos exoplanetas gigantes orbitan muy cerca de sus estrellas anfitrionas, a diferencia de los planetas gigantes de nuestro sistema solar, como Júpiter, que orbita lejos del Sol.

El año 2010 fue, junto con el 2005, el más cálido desde 1880 o antes

Las temperaturas de la superficie del planeta en 2010 igualaron a las de 2005 como año más cálido documentado desde 1880, que es cuando se comenzaron a hacer mediciones de manera sistemática. Este récord de 2010 igualando a 2005 es parte de la tendencia constante al calentamiento a largo plazo, según indican los resultados de los análisis llevados a cabo de forma independiente por dos instituciones científicas gubernamentales estadounidenses.

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Foto: NCYT/JMC
Los cálculos del Instituto Goddard para Estudios Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés), ubicado en Nueva York, indican que la diferencia entre los dos años fue ínfima. En el puesto número 2 del ranking de año más cálido desde 1880 figuran, empatados, los siguientes años: 1998, 2002, 2003, 2006 y 2007. El clima global se ha calentado alrededor de un quinto de grado centígrado por década desde finales de los años 70, y la última década fue la más cálida documentada de la historia.

Un estudio independiente elaborado por la Administración Nacional estadounidense Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) coincide sin apenas diferencias con el análisis del GISS. A pesar de que utiliza métodos distintos, confirma el empate entre 2010 y 2005, así como la tendencia continua a largo plazo. Los dos estudios cubrieron las temperaturas tanto en tierra como en el mar, pero el estudio de la NOAA desvela que las temperaturas de tierra firme fueron las más calurosas que se hayan registrado desde que se empezó a medirlas sistemáticamente en 1880.

La mayoría de científicos coincide en señalar que el calentamiento global actual es impulsado principalmente por la liberación a la atmósfera de gases generados por las actividades humanas. Entre dichos gases destaca, por su abundancia, el dióxido de carbono. Si la tendencia al calentamiento continúa, como se prevé, o, en otras palabras, si los gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera continúan aumentando, el récord de 2010 y 2005 no se mantendrá por mucho tiempo, tal como advierte James Hansen, director del GISS.

Las altas temperaturas sin precedentes en el verano de 2010 provocaron incendios forestales en Rusia, temperaturas que en algunas partes del nordeste de Canadá alcanzaron en Diciembre valores de 10 grados centígrados por encima de lo normal, e inundaciones catastróficas en muchos lugares del mundo como por ejemplo Pakistán y Australia. Los climatólogos relacionaron algunos fenómenos regionales, incluyendo nevadas en la Costa Este de Estados Unidos, con ciclos naturales, y no con el cambio climático global causado por el Hombre. Sin embargo, muchos científicos pronostican que dicho calentamiento global provocará una intensificación de situaciones meteorológicas extremas de todo tipo.
Últimamente, algunos meteorólogos han empezado a sospechar que el frío inusual del año pasado en algunos lugares, incluyendo zonas de Europa, quizá  fue impulsado paradójicamente por el notable calentamiento sufrido por el Ártico. Argumentan que el derretimiento del hielo marino podría haber cambiado los patrones del viento, enviando el aire polar frío durante el invierno hacia las latitudes medias.

domingo, 20 de febrero de 2011

El Premio Nobel, los telómeros y la prolongación de la vida: El poder de la curiosidad


Guillermo Jaim Etcheverry
Para LA NACION


Cada descubrimiento científico se genera de manera singular. "Sin embargo, resulta a menudo posible anticiparlo por algunos factores clave. Muchos de ellos fueron importantes en el descubrimiento de la telomerasa: el diálogo entre científicos de campos muy diversos, prestar atención a hallazgos inesperados y el coraje de asumir el riesgo que supone realizar experimentos que, a primera vista, parecen irracionales." Con ese párrafo comienza un artículo reciente escrito por los tres científicos que acaban de recibir el Premio Nobel en Fisiología o Medicina 2009, Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider y Jack W. Szostak. El título del artículo resume admirablemente la idea: "Telómeros y telomerasa: el sendero que conduce desde el maíz, la Tetrahymena y la levadura hasta el cáncer y el envejecimiento humanos".
¿Qué son los telómeros? Resulta innecesario recordar que la información genética de las células se encuentra contenida en la molécula del ácido desoxirribonucleico, el popular ADN. Tampoco es preciso insistir sobre el hecho de que en las células esas moléculas se organizan en cromosomas separados (46 en la especie humana). Es conocido también que esas células se dividen, lo que supone que, previamente, se genera una copia exacta del ADN que contienen para que cada célula hija cuente con una copia exacta de las instrucciones genéticas que codifica esa molécula. Ese proceso, sencillo de enunciar, está erizado de complejidades desde el punto de vista molecular. Una de ellas reside en la protección de los extremos de cada cromosoma, susceptibles de ser degradados, que representan un obstáculo para el mecanismo de copiado. Ya en la década de 1930, esos extremos se denominaron "telómeros", "porción terminal" en griego, una suerte de equivalente de los extremos de los cordones de zapatos. Hermann Muller, trabajando con la mosca de la fruta, y Barbara McClintock, con el maíz, advirtieron que los cromosomas que se rompían artificialmente tendían a unirse unos con otros, mientras que eso no sucedía entre los normales. Sus extremos debían ser, pues, de naturaleza particular, aunque desconocida.
Cuando se develó la estructura del ADN, en la década de 1950, y se comenzó a comprender el mecanismo de su copiado, resurgió el problema de los extremos de los cromosomas, los telómeros. En 1975, Elizabeth Blackburn -una de las distinguidas, nacida en Australia en 1948 y, en la actualidad, profesora del Departamento de Bioquímica y Biofísica de la Universidad de California en San Francisco- se dedicó a estudiar en la Universidad de Yale la estructura de los extremos terminales de los cromosomas de un movedizo protozoo acuático, la Tetrahymena thermophila , que posee muchísimos pequeños cromosomas y, en consecuencia, muchos telómeros. Comprobó que esas zonas se caracterizaban por una estructura repetida y constante, lo que la llevó a suponer que esos fragmentos terminales eran agregados de alguna manera a la molécula de ADN para mantener la integridad y estabilidad de los cromosomas.
En 1980, durante una conferencia, los resultados de Blackburn acerca de la estructura de los telómeros atrajeron la atención de Jack Szostak -otro de los galardonados, nacido en Londres en 1952, profesor de Genética en el Massachusetts General Hospital de la Universidad de Harvard, en Boston-, quien trabajaba en levaduras. Cuando a esos organismos se agregaban pequeñas moléculas de ADN, eran rápidamente destruidas. Conversando entre ambos, se les ocurrió la posibilidad de que, adicionando los fragmentos de telómeros de Tetrahymena al ADN que se agregaba a la levadura, éste podría ser protegido. El experimento resultó, y se demostró así que los telómeros eran capaces de proteger el ADN en organismos muy diferentes.
Todo esto hizo pensar, en 1983, en la existencia de un proceso complejo responsable de generar y mantener los telómeros, posiblemente una enzima que sintetizara esos extremos. Era una idea, una intuición acerca de cómo funciona la naturaleza. En 1984 se incorpora al laboratorio de Blackburn una estudiante, Carol Greider -la tercera premiada, nacida en San Diego, California, en 1962, profesora de Biología Molecular y Genética en la Johns Hopkins University, Baltimore-, quien se dedicó a investigar esa posibilidad. En 1984 logró demostrar que, efectivamente, existía una enzima que participaba en la generación de esas secuencias repetitivas que caracterizaban al telómero, enzima que se denominó telomerasa. Su compleja estructura química fue descifrada, abriendo así un camino inesperado para la comprensión del funcionamiento celular en la salud y en muchas enfermedades.
Con cada división celular, los telómeros se van acortando y la reducción de la actividad de la telomerasa vuelve más frágiles los cromosomas, con lo que aumenta el peligro de que las células enfermen o mueran. En las células madre y en las células cancerosas, la telomerasa es muy activa, lo que asegura su proliferación, pues los telómeros prolongan la vida de las células. Esto ha dado origen a numerosos intentos de modificar la actividad de esa enzima con objeto de alargar la vida de las células que la contienen en escasa cantidad. Pero si bien la carencia es dañina, lo es también el exceso, pues puede causar la proliferación celular indefinida y el cáncer. Las esperanzas puestas en la estimulación de la telomerasa para la prolongación de la vida son prematuras, ya que el envejecimiento es un proceso que obedece a múltiples causas, pero ofrecen, sin duda, un interesante punto de partida. Es más: estudios recientes en el laboratorio de Blackburn tienden a relacionar la actividad de la telomerasa con el estrés, estableciendo la posibilidad de una vinculación inesperada y apasionante.
No es posible analizar las innumerables implicancias prácticas de estos hallazgos fundamentales. Pero la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska señaló: "Los descubrimientos de Blackburn, Greider y Szostak han ampliado nuestra comprensión del funcionamiento celular, arrojando luz sobre los mecanismos de las enfermedades y estimulando el desarrollo de nuevos tratamientos potenciales".
Los tres científicos galardonados trabajan en los EE.UU., aunque dos de ellos no son nativos de ese país, lo que confirma el hecho de que el apoyo a la ciencia por parte de la sociedad estadounidense atrae al mejor talento de todo el mundo. Por primera vez en una misma oportunidad -la centésima vez en que se otorga el Premio Nobel en Fisiología o Medicina- recayó en dos mujeres que tienen una activa presencia en la sociedad estadounidense. Blackburn fue nominada entre las cien personas más influyentes en 2007 por la revista Time . En ese año recibió el Premio L´Oreal-Unesco "La mujer y la ciencia" por América del Norte cuando, por América latina, lo conquistó nuestra destacada Ana Belén Elgoyhen.
En sus primeras declaraciones, Carol Greider señaló que sus investigaciones intentaban entender cómo funcionan las células y que su objetivo no era buscar aplicaciones a la medicina. Subrayó que es importante "el apoyo a la ciencia impulsada por la curiosidad". En el mismo sentido, en un artículo, las dos científicas galardonadas señalan: "A menudo, en la naturaleza las cosas no son lo que parecen. Una roca en el fondo del mar puede ser un pez venenoso; una hermosa flor en un jardín, un insecto carnívoro en espera de su presa? A comienzos de los 80, a ningún científico se le hubiera ocurrido desarrollar tratamientos para el cáncer estudiando la conducta de los cromosomas de la Tetrahymena . La investigación sobre la telomerasa nos recuerda que, al estudiar la naturaleza, nunca se puede predecir cuándo se descubrirán procesos fundamentales. Nunca se sabrá cuándo la roca que uno encuentra terminará por ser una gema preciosa".

Avances contra el envejecimiento

DR. PABLO PERA PIROTTO
Actualmente, un gran número de equipos científicos a nivel mundial dedica sus investigaciones a entender cómo se produce el proceso de envejecimiento del organismo, y cuáles son las formas de retrasarlo e incluso revertirlo.
Esta área del conocimiento tiene múltiples implicaciones dentro de la medicina, ya que desentrañar los mecanismos que llevan al deterioro celular nos acerca a entender muchas enfermedades y de esa forma elaborar estrategias terapéuticas para poder combatirlas.
Un reciente artículo científico publicado en la revista Nature, llevado a cabo por el grupo del profesor Ronald DePinho del Instituto del Cáncer Dana-Farber de Estados Unidos, ha revelado interesantes avances en la materia.
Estos investigadores se centraron en el estudio de los telómeros, que son los sectores que están ubicados en los extremos de los cromosomas (donde está contenido el material genético de la célula).
Sin pretender ir demasiado a fondo en una disciplina como la genética, que es tan apasionante como compleja, es importante tener en cuenta que a medida que las células del cuerpo se van dividiendo, estos telómeros se van acortando, hasta que llega un momento en que no permiten más replicación, y por lo tanto marcan la muerte de esa célula.
Pero existe una enzima llamada telomerasa, que actúa en el embrión y en las células madre, cuya función es mantener estos telómeros sin que se desgasten. El equipo de DePinho se centró precisamente en esta enzima que normalmente no está activa en las células que ya están diferenciadas en los distintos tejidos del organismo. Lo que hicieron fue desactivar la acción de las telomerasas por completo en ratones jóvenes, y luego de pasado un período de tiempo volver a activarla. Lo que constataron fue que al suprimirla, el proceso de envejecimiento se veía notoriamente acelerado, afectando la fertilidad, y favoreciendo el desarrollo de patologías relacionadas con la edad como la osteoporosis, diabetes y entidades neurodegenerativas.
Pero lo más interesante fue lo que ocurrió cuando, pasadas unas semanas de franco declive, volvían a activar estas telomerasas: observaron entonces que aumentaba la fertilidad de los animales, así como el tamaño de varios órganos, que se recuperaban de su estado de degeneración. Particularmente eso sucedió con el cerebro, que recuperó el mecanismo para generar nuevas neuronas.
Sin dudas, esto abre un camino muy promisorio para la utilización de las telomerasas en la terapéutica antienvejecimiento, así como para el tratamiento de enfermedades vinculadas al paso del tiempo.
Pero, hay que mencionar que existen otros científicos que las vinculan con el desarrollo de tumores malignos, precisamente debido a esa acción facilitadora de la replicación celular inagotable. También otros remarcan que el acortamiento de los telómeros de los cromosomas no es lo único que está implicado en el complejo proceso que lleva al envejecimiento, y que lo que sucede en un ratón, no garantiza que se repita en un ser humano.
Sobre estos puntos concretos, tanto Robert DePinho como otros renombrados investigadores, como por ejemplo David Sinclair, responden que la activación de las telomerasas puede ser un factor incluso de prevención en el desarrollo de tumores, al restaurar la función deteriorada de varios órganos del cuerpo.
Lo cierto es que se están logrando interesantes avances en el campo de la genética que apuntan a que en un futuro no tan lejano sea viable extender la duración de la vida de las personas y, lo que es más importante, con una franca mejoría de su calidad de vida.