Cuando el trasbordador de la NASA despegue hoy (8 de julio) llevará, además de a cuatro astronautas, a unos pasajeros poco usuales: células de levadura para un experimento de crecimiento desarrollado por investigadores canadienses del Centro Donnelly de Investigación Celular y Biomolecular de la Universidad de Toronto (Canadá).
El proyecto Micro-4 estudiará las células simples de levadura con el objetivo de entender mejor las enfermedades humanas. La composición genética de una célula de levadura es muy similar a la de una célula humana, lo que la convierte en un sistema ideal para el estudio de los defectos genéticos y la comprensión de cómo estos defectos se pueden manifestar en enfermedades humanas. En dos experimentos separados - llevados a cabo en la Estación Espacial Internacional - los investigadores estudiarán el efecto de la microgravedad sobre el crecimiento celular, y cómo los diferentes genes mutados podrían afectar la susceptibilidad a una situación de microgravedad.
"Los resultados de estos experimentos pueden proporcionar información crítica sobre qué conjunto de genes humanos son importantes y cómo estos genes colaboran para ayudar a los seres humanos a tolerar ambientes extremos asociados con los viajes espaciales", dice Brenda Andrews, investigadora y directora del Centro Donnelly de Investigación Celular y Biomolecular. "Esta información podría ser útil en las futuras misiones previstas a Marte, así como en estancias a largo plazo en la Luna y colonias de Marte".
En el primer experimento, se cultivarán células de levadura en placas de Petri y se mantendrán en cámaras de temperatura controlada. Para prevenir que el crecimiento celular e produzca antes de tiempo, las cámaras mantendrán una temperatura de 4°C hasta que el transbordador haya llegado a la estación espacial. Una vez en la estación, la temperatura de la cámara se incrementará a 30°C, la temperatura óptima para el crecimiento de las células de levadura.
Las células crecerán durante 48 horas, tras este período, serán enfriadas de nuevo y regresarán a Toronto para ser analizadas. En un segundo experimento, 6.000 células de levadura diferentes, cada una identificada mediante un "código de barras" especial, serán dispuestas para su cultivo en caldo líquido, la tripulación transferirá las células de levadura a caldo líquido fresco dos veces durante el transcurso de la misión. Estos experimentos permitirán al equipo de Toronto observar cómo el entorno espacial y la dotación genética de las células se combinan para favorecer el crecimiento celular y la supervivencia.
"Poco se sabe actualmente sobre los efectos a largo plazo de la ingravidez sobre los sistemas biológicos. A través de estos experimentos, esperamos obtener una gran cantidad de nueva información sobre cómo afecta la dotación genética a la supervivencia en ambientes de baja gravedad y baja radiación, cuestiones relevantes para las personas expuestas a estos ambientes ", dice el profesor Corey Nislow, investigador y principal investigador en el Centro de Investigación Biomédica de Donnelly.
El proyecto Micro-4 está dirigido por los profesores de la Universidad de Toronto Corey Nislow, Guri Giaever, Charles Boone y Brenda Andrews, del Centro para la Investigación Biomédica Donnelly. El coordinador del proyecto es Michael Costanzo, director de proyectos del Centro Donnelly, y cuentan con el apoyo de Ames and BioServe Space Technologies. Timothy Hammond del Durham Veterans Affairs Medical Center (Durham, Carolina del Norte), es el investigador principal.
El transbordador espacial Atlantis ha despegado este viernes desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida.
El proyecto Micro-4 estudiará las células simples de levadura con el objetivo de entender mejor las enfermedades humanas. La composición genética de una célula de levadura es muy similar a la de una célula humana, lo que la convierte en un sistema ideal para el estudio de los defectos genéticos y la comprensión de cómo estos defectos se pueden manifestar en enfermedades humanas. En dos experimentos separados - llevados a cabo en la Estación Espacial Internacional - los investigadores estudiarán el efecto de la microgravedad sobre el crecimiento celular, y cómo los diferentes genes mutados podrían afectar la susceptibilidad a una situación de microgravedad.
"Los resultados de estos experimentos pueden proporcionar información crítica sobre qué conjunto de genes humanos son importantes y cómo estos genes colaboran para ayudar a los seres humanos a tolerar ambientes extremos asociados con los viajes espaciales", dice Brenda Andrews, investigadora y directora del Centro Donnelly de Investigación Celular y Biomolecular. "Esta información podría ser útil en las futuras misiones previstas a Marte, así como en estancias a largo plazo en la Luna y colonias de Marte".
En el primer experimento, se cultivarán células de levadura en placas de Petri y se mantendrán en cámaras de temperatura controlada. Para prevenir que el crecimiento celular e produzca antes de tiempo, las cámaras mantendrán una temperatura de 4°C hasta que el transbordador haya llegado a la estación espacial. Una vez en la estación, la temperatura de la cámara se incrementará a 30°C, la temperatura óptima para el crecimiento de las células de levadura.
Las células crecerán durante 48 horas, tras este período, serán enfriadas de nuevo y regresarán a Toronto para ser analizadas. En un segundo experimento, 6.000 células de levadura diferentes, cada una identificada mediante un "código de barras" especial, serán dispuestas para su cultivo en caldo líquido, la tripulación transferirá las células de levadura a caldo líquido fresco dos veces durante el transcurso de la misión. Estos experimentos permitirán al equipo de Toronto observar cómo el entorno espacial y la dotación genética de las células se combinan para favorecer el crecimiento celular y la supervivencia.
"Poco se sabe actualmente sobre los efectos a largo plazo de la ingravidez sobre los sistemas biológicos. A través de estos experimentos, esperamos obtener una gran cantidad de nueva información sobre cómo afecta la dotación genética a la supervivencia en ambientes de baja gravedad y baja radiación, cuestiones relevantes para las personas expuestas a estos ambientes ", dice el profesor Corey Nislow, investigador y principal investigador en el Centro de Investigación Biomédica de Donnelly.
El proyecto Micro-4 está dirigido por los profesores de la Universidad de Toronto Corey Nislow, Guri Giaever, Charles Boone y Brenda Andrews, del Centro para la Investigación Biomédica Donnelly. El coordinador del proyecto es Michael Costanzo, director de proyectos del Centro Donnelly, y cuentan con el apoyo de Ames and BioServe Space Technologies. Timothy Hammond del Durham Veterans Affairs Medical Center (Durham, Carolina del Norte), es el investigador principal.
El transbordador espacial Atlantis ha despegado este viernes desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida.
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