lunes, 31 de enero de 2011

La NASA, lista para explorar de nuevo en Marte


El Curiosity será lanzado en otoño. Buscará trazas de compuestos vitales

Guillermo Cárdenas Guzmán | El UniversalLunes 31 de enero de 2011

Dicen que “la curiosidad mató al gato”. Pero en materia de investigación científica sucede lo contrario: mientras más osada sea la aventura, más frutos de conocimiento podrán esperarse de ella. Bajo esa premisa, la agencia aeroespacial de EU (NASA) alista su siguiente viaje exploratorio al planeta rojo, con la meta de hallar nuevas pistas sobre la eventual presencia de vida microbiana.
La nueva misión, denominada Mars Science Laboratory prevé lanzar a fines de este año, a bordo de un cohete de la agencia, un vehículo robótico llamado Curiosity, dotado con más de 10 instrumentos científicos que servirán para analizar la superficie, rocas y atmósfera marcianos. Dentro de ese conjunto, un set de aparatos denominado Sample Analysis of Mars o SAM (Análisis de Muestras de Marte) lleva el sello mexicano en sus componentes, ya que en su planeación, diseño y construcción participó un científico del país.
Se trata del doctor Rafael Navarro González, titular del Laboratorio de Química de Plasmas y Estudios Planetarios en el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, quien explica que el enfoque universal del instrumental les permitirá buscar no sólo rastros de carbono o aminoácidos, sino otros compuestos relacionados con la vida como el metano (derivado de actividad bacterial), en el caso de que el vehículo llegue a una zona donde éste abunde.
“La estrategia de las misiones anteriores más recientes fue buscar agua o minerales que dieran indicios de que hubo agua líquida en el pasado; esto fue importante para determinar zonas de habitabilidad, donde pudo o puede existir vida microbiana; esa fase ya se concluyó exitosamente y con este robot se empieza la segunda etapa de seguir al carbono, sobre todo el de origen orgánico”, explicó el astrobiólogo.
Análisis preciso
Y para hacer los análisis respectivos primero se debe saber cuáles son las propiedades generales del medio ambiente marciano, esto es, recabar información biológica, lo que hará el Curiosity a través de cámaras, espectrómetrios y otros instrumentos que lleva consigo, precisó el académico universitario. La estancia programada del laboratorio móvil, que será alimentado por un termogenerador basado en energía nuclear, será de un año marciano, equivalente a dos terrestres, donde recorrerá decenas de kilómetros.
En caso de hallarse pistas relevantes, se procederá a un análisis más específico de muestras con SAM, añadió Navarro. “Si encontramos materia orgánica en forma inmediata, sería muy importante; luego tendríamos que definir si ésta es de origen químico o biológico. La NASA aún no revela el sitio preciso de amartizaje del Curiosity, pero se prevé completarlo en 2012, en zonas con registros geológicos minerales de la franja ecuatorial del planeta rojo.
El Curiosity -que llevará en sus “entrañas” al SAM- no sólo tendrá un rango de exploración de terreno mucho mayor en comparación con misiones anteriores (de unos 200 metros cada día); también marcará un cambio importante debido a su capacidad y tamaño, pues podrá alojar una carga 10 veces más voluminosa que sus antecesores y será dos veces más largo (2.8 metros en total) que los rover Spirit y Opportunity, llegados a Marte en 2004.
El set de instrumentos de SAM, como su nombre lo indica, servirá para analizar muestras de material sólido colectado por un brazo robótico del Curiosity o a través de tubos especiales en el caso de la atmósfera. Está integrado por un cromatógrafo de gases, un espectrómetro de masas y otro espectrómetro láser ajustable que permitirán identificar una amplia gama de sustancias orgánicas, así como determinar las proporciones en que se hallan diferentes isótopos de elementos clave.
“El SAM ya fue integrado al Curiosity a principios de enero. Para esta configuración ya completamos las pruebas iniciales y en el transcurso de los próximos meses haremos otros ensayos ambientales antes de que el rover sea enviado desde el Jet Propulsion Laboratory en Pasadena, California, al centro de lanzamientos Kennedy”, informó el doctor en físico-química Paul Mahaffy, del Centro Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
El responsable de SAM explicó que las muestras sólidas (se trata de suelo o rocas pulverizadas) que se obtendrán al taladrar la superficie o mediante un colector en el brazo del Curiosity serán introducidas y depositadas en contenedores de cuarzo, donde posteriormente serán calentadas en un horno hasta alcanzar mil grados centígrados de temperatura. De esta forma se producirán gases que serán estudiados constantemente con los instrumentos mencionados.
Esto, añadió Mahaffy, “nos dará una comprensión más detallada de los procesos químicos, mineralógicos y geológicos ocurridos en la historia temprana de Marte, de su posibilidad para sustentar la vida y el potencial del medio ambiente en la zona del amartizaje para preservar rastros de habitabilidad”.
Navarro aclaró que las instrucciones se enviarán por rado desde Tierra y los datos de la misión serán recibidos también aquí por antenas: “se le indicará al Curiosity qué hacer, empezará a adquirir datos y enviarlos de vuelta. La ventaja es que ahora tenemos Internet planetario en Marte, así, aun cuando el robot quede en la cara opuesta a nuestro planeta podrá comunicarse a través de orbitadores como Mars Reconnaissance o Mars Express”, dijo el astrobiólogo.

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