27 de junio de 2013: Tres nuevos artículos publicados en la edición de hoy de la revista de investigaciónScience sugieren que la sonda Voyager 1, la cual está ubicada a más de 18 mil millones de kilómetros del Sol, se encuentra próxima a ser el primer objeto artificial en alcanzar el espacio interestelar.
"Gracias a Voyager 1, el explorador más distante de la humanidad, la última y extraña región antes de llegar al espacio interestelar se está tornando cada vez más evidente", dijo Ed Stone, quien es un científico del proyecto Voyager, del Instituto de Tecnología de California, ubicado en Pasadena.
Voyager 1 se encuentra cerca del borde de la heliosfera, una vasta burbuja creada por el campo magnético del Sol. Cuando Voyager atraviese esta burbuja, saldrá finalmente del sistema solar y se adentrará en el espacio interestelar: el dominio de las estrellas.
Los artículos describen cómo la reciente entrada de la sonda Voyager 1 a una región llamada "la autopista magnética" reveló dos de las tres pistas que indican que se atravesó el borde de la heliosfera: partículas cargadas que desaparecen conforme escapan a lo largo del campo magnético solar y rayos cósmicos de origen lejano que ingresan a toda velocidad. Los científicos aún no han observado la tercera pista, un cambio abrupto en la dirección del campo magnético, lo cual indicaría la presencia del campo magnético interestelar.
"Si miráramos los datos sobre los rayos cósmicos y las partículas cargadas, por sí solos, pensaríamos que Voyager ya alcanzó el espacio interestelar", dijo Stone, "pero el equipo siente que Voyager 1 no ha llegado todavía porque aún estamos en el dominio del campo magnético del Sol".
Voyager 1 y su nave gemela Voyager 2 fueron lanzadas en el año 1977. Visitaron Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno antes de embarcarse en su misión interestelar, en 1990. Su meta es ahora salir de la heliosfera. Medir el tamaño de la heliosfera es parte de la misión de las sondas Voyager.
Voyager 2 se encuentra aproximadamente a 15 mil millones de kilómetros (9 mil millones de millas) del Sol y aún está dentro de la heliosfera. Por su parte, Voyager 1 se encontraba a unos 18 mil millones de kilómetros (11 mil millones de millas) del Sol cuando el 25 de agosto de 2012 alcanzó la autopista magnética, la cual parece conectar a la nave con el espacio interestelar. Esta región permite a las partículas cargadas viajar hacia dentro y hacia afuera de la heliosfera montadas sobre una tersa línea de campo magnético, en lugar de hacer tumbos en todas direcciones como si estuvieran atrapadas en una red de carreteras pequeñas. Voyager 1, por lo tanto, puede obtener una muestra del espacio interestelar antes de entrar propiamente en ese nuevo dominio.
Los científicos no saben exactamente qué tan lejos debe aún viajar Voyager 1 para alcanzar el espacio interestelar. Estiman que podría tomarle varios meses, e incluso años, llegar allí. La llegada podría ocurrir en cualquier momento, así que manténgase al tanto.
Para obtener más información acerca de la misión de las naves Voyager, visite:http://www.nasa.gov/voyager y http://voyager.jpl.nasa.gov.
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Los artículos publicados en Science se enfocan en las observaciones de rayos cósmicos y partículas cargadas de baja energía llevadas a cabo por la sonda Voyager 1 entre mayo y septiembre de 2012, con datos adicionales de partículas cargadas obtenidos hasta abril de este año.
Al ingresar a la autopista magnética, "vimos una dramática y rápida desaparición de las partículas que se originaban en el Sol. Su intensidad disminuyó más de mil veces, como si hubiera una enorme bomba de vacío en la rampa de entrada a la autopista magnética", dijo Stamatios Krimigis, quien es el investigador principal del instrumento de partículas cargadas de baja energía, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad John Hopkins (Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory, en idioma inglés), ubicado en Laurel, Maryland. "Nunca habíamos observado antes una disminución de tal magnitud, excepto quizás cuando Voyager 1 abandonó la magnetosfera gigante de Júpiter, hace unos 34 años".
Hay otro comportamiento de las partículas cargadas, el cual fue observado por la sonda Voyager 1, que también sugiere que la nave continúa en una región de transición hacia el medio interestelar. Conforme cruzaban hacia la nueva región, las partículas cargadas que se originan dentro de la heliosfera y que decrecieron más rápidamente fueron aquellas que viajaban de manera más recta a lo largo de las líneas de campo magnético. Las partículas que se movían perpendicularmente al campo magnético no decrecieron tan rápidamente. Sin embargo, los rayos cósmicos que se movían a lo largo de las líneas de campo de la autopista magnética eran un poco más numerosos que aquellos que se movían perpendicularmente al campo. Se espera que en el espacio interestelar la dirección de movimiento de las partículas cargadas no sea relevante.
En el transcurso de 24 horas, el campo magnético proveniente del Sol comenzó a apilarse, como automóviles embotellados en la rampa de salida de una autopista. Pero los científicos pudieron medir que el campo magnético prácticamente no cambió de dirección, pues no se modificó en más de 2 grados.
"Un solo día hizo mucha diferencia en esta región, donde el campo magnético súbitamente duplicó su intensidad y se volvió extraordinariamente uniforme", dice Leonard Burlaga, que es el autor principal de uno de los artículos, y quien trabaja en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland. "Pero como no ha habido un cambio significativo en la dirección del campo magnético, lo que estamos observando son todavía líneas de campo que emanan del Sol".
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California, construyó y opera las naves Voyager. El Instituto de Tecnología de California (California Institute of Technology, en idioma inglés), en Pasadena, administra el JPL para la NASA. Las misiones Voyager son parte del Observatorio de Sistemas Heliofísicos (Heliophysics System Observatory, en idioma inglés), de la NASA, el cual está patrocinado por la División de Heliofísica del Directorio de Misiones Científicas, en la base de operaciones de la NASA, con sede en Washington.
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