Los escritores de la Biblia se vieron fuertemente influenciados por las leyendas y tradiciones de otros pueblos. Algunas partes del texto sacerdotal, de hecho, mantiene afinidades inequívocas con ciertos mitos y leyendas Babilónicas.La versión sacerdotal de la leyenda de la creación en el Génesis, capitulo uno, posee una serie de afinidades con la leyenda Babilónica del Enuma Elish, un poema de unas mil líneas que fuera encontrado en las ruinas de la ciudad de Nínive, al norte de Irak. Este poema data del 2000 a 2600 A.C., mucho antes de cualquiera de las versiones de la leyenda de la creación del Génesis.
El Enuma Elish nos cuenta de como el Dios Marduk creó el Universo en varias etapas. Primero, emanó luz de los Dioses Babilónicos para iluminar su trabajo. Luego, Marduk creó el firmamento, un duro y claro “techo” que se sostiene por encima del cielo. Luego, Marduk creó la tierra seca, por debajo del firmamento, y luego creó las luces de los cielos. Finalmente, Marduk creó a los humanos, y en el día final los Dioses descansaron y celebraron. El orden de la narrativa en el Génesis sustenta signos inequívocos de la influencia del Enuma Elish.
Paralelismos se encuentran también entre el Génesis y la leyenda épica Babilónica de Gilgamesh, escrita alrededor del 2000 A.C. En Gilgamech, encontramos la historia de Utnapishtim, un hombre al que la Diosa Ea le informa que la tierra será destruida por el Dios Enlil en un rapto de cólera, ahogándolo todo en un gran diluvio.
En respuesta, Utnapishtim fabrica un gran barco de madera, y lo carga con si mismo, su familia, y toda clase de animales vivos. Grandes lluvias azotan la tierra por seis días, todo es inundado y ahogado excepto Utnapishtim y su bote. Luego que las aguas “bajan”, Utnapishtim envía a una paloma, luego una golondrina, y por último a un cuervo a encontrar tierra seca. Luego del diluvio, Utnapishtim y su esposa son recompensados por los Dioses y hechos dioses a si mismos, y son llevados al cielo. (A Noé no le fue tan bien). Demás está decir que las similitudes entre este poema y la leyenda de Noé son inconfundibles, y es muy probable que buena parte del Génesis fuera redactado bajo el influjo de la tradición Babilónica, que a su vez fue influenciada por la civilización Sumeria.
Paralelismos se encuentran también entre el Génesis y la leyenda épica Babilónica de Gilgamesh, escrita alrededor del 2000 A.C. En Gilgamech, encontramos la historia de Utnapishtim, un hombre al que la Diosa Ea le informa que la tierra será destruida por el Dios Enlil en un rapto de cólera, ahogándolo todo en un gran diluvio.
En respuesta, Utnapishtim fabrica un gran barco de madera, y lo carga con si mismo, su familia, y toda clase de animales vivos. Grandes lluvias azotan la tierra por seis días, todo es inundado y ahogado excepto Utnapishtim y su bote. Luego que las aguas “bajan”, Utnapishtim envía a una paloma, luego una golondrina, y por último a un cuervo a encontrar tierra seca. Luego del diluvio, Utnapishtim y su esposa son recompensados por los Dioses y hechos dioses a si mismos, y son llevados al cielo. (A Noé no le fue tan bien). Demás está decir que las similitudes entre este poema y la leyenda de Noé son inconfundibles, y es muy probable que buena parte del Génesis fuera redactado bajo el influjo de la tradición Babilónica, que a su vez fue influenciada por la civilización Sumeria.
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