Steve Fuller es profesor Augusto Comte de epistemología social en la facultad de Sociología de la Universidad de Warwick, Inglaterra. Su nuevo libro, “Humanity 2.0: What it Means to be Human, Past, Present and Future”, publicado por Palgrave Macmillan.
¿Qué significa Humanidad 2.0?
Humanidad 2.0, es la comprensión de que la condición humana que ya no es un “cuerpo humano normal”, como algo dado. Por un lado, estamos aprendiendo más acerca de nuestra continuidad como parte de la naturaleza, en términos de ecología, genética, historia evolutiva. Sobre esta base, es fácil concluir que el ser “humano” está sobrevalorado. Pero, por otro lado, también estamos aprendiendo más acerca de cómo mejorar las capacidades que tradicionalmente nos ha marcado la naturaleza. Las computadoras vienen a ser una ampliación de nuestra capacidad mental, una extensión de nosotros mismos. Humanidad 2.0 trata de cómo lidiar con esta tensión.
¿En qué áreas ya hemos llegado a 2.0?
¿En qué áreas ya hemos llegado a 2.0?
Pongámoslo de esta manera: nosotros siempre hemos tenido un sentido muy fuerte orientado de Humanidad 2.0. La historia de la ciencia y la tecnología, especialmente en occidente, ha estado deconstruyendo el mundo colectivamente, a nuestra “imagen y semejanza”, recordando la frase bíblica. Si consideramos la historia de la agricultura, los animales en particular y la fitogenética, luego pasamos a las prótesis, como los anteojos y telescopios, todo esto significa que hemos logrado un mundo más accesible y utilizable por nosotros.
De manera más reciente y cotidiana, la gente ya está votando con sus pies dentro de una Humanidad 2.0, dado el tiempo que pasan frente al ordenador, en lugar de tener contacto directo y físico con otros seres humanos. Con todo, no es que estemos perdiendo nuestra humanidad, sino que es cada vez ésta se ve proyectada o distribuida a través de las cosas que carecen de un cuerpo humano. En cualquier caso, la Humanidad 2.0 tiene menos que ver con el poder de las nuevas tecnologías que con un estado mental donde llenamos plenamente nuestras vidas con esas cosas.
¿No sería alguien como Arquímedes quien nos describiría como la Humanidad 3.0 en comparación con su época?
Sí, es probable que Arquímedes nos viera como seres bastante exóticos. Estaría impresionado por haber asentado que la Humanidad 1.0, desde los griegos en general, creían que “la humanidad”, era una perspectiva de élite para el Homo sapiens normal, que requeriría de un adecuado carácter y formación. Por otra parte, también estaría sorprendido, si no confundido, por lo que parece pensar la ciencia y la tecnología, como un proyecto colectivo a largo plazo de auto-mejoramiento, el “progreso” en su sentido más amplio. Mientras que los griegos nos dieron muchas de nuestras ideas científicas fundamentales, no se les ocurrió pensar en ello como un plan para el mejoramiento de la especie. Todo lo contrario, esas ideas iban destinadas ya sea a aliviar la pesada monotonía u ofrecer un refinado entretenimiento.
¿Es deseable o posible frenar la transición hacia el 2.0?
Bueno, he aquí la salvedad: estos desarrollos tienen el potencial de crear toda clase de nuevas y profundas divisiones, quizá no en el sentido de las antiguas divisiones de clase industrial, pero sí igual de profundas. A veces, la gente habla de esto como el que “sabe” frente al que “no sabe”. Las divisiones se abren a lo largo de las líneas de quién tiene acceso a todas este potencial de mejoramiento. Por el momento, el problema es que el Estado está a una distancia gradualmente más corta y regula cada vez menos cualquier tipo de actividad, por lo que las fuerzas del mercado son, básicamente, determinantes en el desarrollo de todas estas cosas que estoy hablando. Y esto significa que, los ricos tienen acceso a ello con mayor rapidez y los pobres se van quedando atrás.
Supongamos el ámbito de la Seguridad Social, no privamos a la gente de mejoras protésicas, como audífonos o gafas a lo largo de una línea de atención, aunque deberíamos pensar que, en el futuro, a qué otras mejoras pretendemos que la gente tenga acceso siendo en su mayor parte humanos 2.0.
¿Por ejemplo?
Un buen ejemplo sería la neurología cosmética, que básicamente es una cirugía plástica para el cerebro. Donde puede ir uno de vez en cuando y poner a punto sus sinapsis. Esto ya se hace en la escuela de medicina de la Universidad de Pennsylvania.
¿Qué tiene esto que ver con mi vida diaria?
Creo que mucho. Puedes ver el problema de las drogas inteligentes, la gente toma drogas para tener éxito en los exámenes o en las entrevistas de trabajo. El uso de estas sustancias está mucho más extendida de lo que indican los registros oficiales. La gente está tomando estas cosas y siente que no pueden quedarse atrás.
Las personas que trabajan en el sector de la discapacidad hablan ya de “capacitadismo” (able-ism), la idea de que vamos a estar viviendo en un mundo futuro donde todo el mundo tendrá alguna suerte de discapacidad, como un estado normal, ya que nunca estará lo suficientemente dopado, siempre preocupado por el posible aumento, por si has mejorado lo suficiente para una próxima entrevista de trabajo, o si alguien tiene una medicina más inteligente a la que no tengas acceso. Así que la gente siente que tiene que mantenerse arriba de alguna manera, y eso es un problema real, especialmente en un entorno de mercado no regulado.
¿Coincide con nuestras ideas de lo que es un cambio normal?
Sí, existe la necesidad de un amplio debate sobre lo que significa ser normal. Si estás sano ¿Cómo debe funcionar tu cerebro o tu cuerpo para ser considerado “normal”? Hemos tenido una visión suficientemente constante de lo que esa normalidad durante bastante tiempo, pero creo que tenemos que volver a abrir ese debate y luego definir los requisitos mínimos para la atención médica.
¿Se adivina, entonces, una generación emergente mejorada, debido a su capacidad de tomar ventaja de medicamentos y tratamientos?
Lo que va a suceder es que habrá individuos que toman decisiones sobre cómo conseguir los tratamientos o otros que no, más tarde, dentro de una generación o dos, se empezarán a ver interesantes efectos en la sociedad en general. Puedo imaginar que la esperanza de vida no subirá de manera uniforme, se podrá ver una distribución bimodal, algunas personas llegarán a vivir más allá de 100 años y un gran número de personas que morirán a los 70 años. Y eso no será a causa de ningún mandato del gobierno, sino que la gente definitivamente se beneficiarán de las ofertas de mejoramiento, en tanto que otros no tendrán esas opciones disponibles para ellos.
¿Es usted optimista respecto a la Humanidad 2.0?
Tenemos que estar siempre acordándonos de que siempre hemos estado mejorándonos a nosotros mismos, que la ciencia siempre ha estado por la mejora de la condición humana, que hemos confiado en las máquinas por encima de nuestros propios cuerpos desde hace al menos 300 ó 400 años. Y ya hemos roto la barrera, vivimos en un mundo muy artificial. Aun cuando las cosas en el horizonte puedan ampliar enormemente nuestra capacidad, sigue siendo parte de un mismo proceso. Se trata de un cambio de ritmo, pero es la misma historia, la historia del progreso científico.
- Referencia: TheGuardian/The Observer.co.uk, 25 de septiembre 2011, por Ian Tucker
- Imagen: El profesor Steve Fuller, de la Universidad de Warwick, autor de Humanidad 2.0. Fotografía: Andrew Fox para the Observer.
- Libro: Humanity 2.0 está publicado por Palgrave Macmillan.
- Traducido por Pedro Donaire
- http://bitnavegante.blogspot.com/2011/09/entrevista-steve-fuller-su-nuevo-libro.html?
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